Por David García Fuentes

William Dau, autodenominado “el Tractor” se dedicó a pitar, pitar y nunca arrancar.

Desde que se hizo con el palacio de la aduana, prometió sacarle de las manos el tesoro de la heroica a los “malandrines” y a los contratistas que no cumplen con las obras para así poder invertirlo en la ciudad, en los cartageneros más pobres y combatir la miseria, ese sería el coctel perfecto para “salvar a Cartagena”.

El informe de Cartagena Cómo Vamos, deja ver que desafortunadamente no se han cumplido ninguna de las propuestas vociferadas por el mandatario en lo que va de su administración.

Al día de hoy no ha desmantelado a ningún malandrín, su política anticorrupción ha sido dedicarse a injuriar para luego retractarse públicamente, se ha encargado diariamente de librar una guerra perpetua con el consejo de Cartagena y a designar funcionarios con afinidades turbias, todo lo contrario, a la meritocracia que prometió en su acto público de posesión en la vía perimetral junto con la comunidad aledaña a la Ciénega De La Virgen.

Misma comunidad que desde aquel entonces no ha sabido más de la figura de William Dau, por aquellos senderos se dice no tener alcalde, no tener doliente, no tener nada y aun así cada día tener menos, producto de la falta de gestión y voluntad del “Tractor”.

Combatir la miseria es otra de las promesas incumplidas, con más de 400mil cartageneros que viven en estado de pobreza y más de 60mil que se encuentran en pobreza extrema según informe de Cartagena Cómo Vamos. A este número alarmante de cartageneros, “El tractor” le cerró la puerta de la dignidad porque decidió hacerle el feo (expresión utilizada para referirse cuando una persona rechaza a algo o a alguien) a la ley 2038 de 2020 que consiste en la creación de un fondo para erradicar la pobreza extrema en Cartagena, por el simple motivo de que la mencionada ley es autoría de Fernando Nicolás Araujo Rumié del Centro Democrático.

Por otro lado, desde el concejo que tanto maltrata y ofende diariamente, se le aprueba más presupuesto cada vez que lo solicita y aun así se afana en decir que “no hay plata”.

Tampoco ha sido capaz de captar la atención del gobierno nacional para atraer proyectos de interés a la comunidad, como sí lo ha hecho su homologo Jaime Pumarejo, el alcalde Barranquilla. A Dau en la capital colombiana no lo conocen, no toma la palabra, no gestiona.

Hoy “el Tractor” es el mayor malandrín de la heroica, atraca al corralito con su falta de ejecución. ¡Salvemos a Cartagena! pero de Dau, al tractor el pito se le dañó y por no arrancar, el carro se le apagó.

*Columna de opinión. Las opiniones no representan los valores, conceptos y/o postura del periódico.

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