Cartagena de Indias, cuna de ritmos y talento, vio nacer a John Jairo Sayas Díaz, conocido mundialmente como El Sayayín, un 4 de junio de 1982, desde los humildes barrios de Canapote y Olaya Herrera, Sayas se convirtió en un ícono que redefinió la música caribeña al ritmo de la champeta, un género que él mismo ayudó a gestar.
Su viaje artístico comenzó en el bullicioso mercado de Bazurto, donde sus rimas atrevidas y su energía contagiosa encontraron su primera audiencia. Inspirado por la leyenda del Joe Arroyo, Sayas pasó horas perfeccionando su voz en los rincones más insólitos, como galones de agua vacíos, donde replicaba las melodías de su ídolo.
En 1995, con apenas 13 años, Sayas compuso su primer éxito, el escándalo, que rápidamente se convirtió en un himno en su barrio, fue entonces cuando José Quessep, un productor visionario, reconoció su talento y lo bautizó como El Sayayín, en honor a los guerreros de la popular serie animada Dragon Ball Z, el apodo resonaría tanto como su música, y juntos lanzaron éxitos inolvidables como La suegra voladora y La píldora.
En 2001, El Sayayín alcanzó nuevos horizontes al grabar con Sony Music en el álbum La champeta se tomó Colombia. Sus temas La voladora y La pruebita marcaron un antes y un después en la champeta, consolidándola como un fenómeno nacional e internacional.
A pesar de su éxito, Sayas nunca olvidó sus raíces, en 2010, rindió homenaje a Cartagena y sus poetas con su álbum El Alcatraz, explorando nuevas fusiones de porro, jazz y champeta, sin embargo, su carrera se vio truncada por la tragedia.
El 15 de julio de 2010, tras luchar 19 días contra las heridas de un atentado, El Sayayín falleció en la clínica Fundación María Reina de Sincelejo. Su legado vive en el corazón de la champeta y de quienes encontraron en su música una expresión de alegría, resistencia y autenticidad.
Desde Bazurto hasta los escenarios internacionales, El Sayayín dejó una huella imborrable en la cultura caribeña, recordándonos que los héroes musicales también trascienden la vida.