En el corazón del barrio El Cabrero, en Cartagena, se encuentra un lugar que, aunque desconocido para muchos, es un tesoro invaluable: el Museo de las Muñecas. Este sitio alberga una colección de más de 1.000 muñecas provenientes de distintas partes del mundo, algunas con más de dos siglos de antigüedad. La variedad es asombrosa, con piezas de Alemania, Francia, Inglaterra e incluso de China, que narran la evolución de este juguete icónico a lo largo del tiempo.
El museo es el sueño hecho realidad de la señora Socorro Gómez de París, una apasionada coleccionista que ha dedicado gran parte de su vida a reunir estas extraordinarias muñecas. Cada una de ellas es testigo de un momento histórico, y a través de sus vitrinas, los visitantes pueden admirar cómo las muñecas han cambiado con los avances tecnológicos, los recursos materiales y los cambios culturales de cada época.
Entre los tesoros más antiguos se encuentra una muñeca china de 1820, junto con otras hechas de porcelana, papel y cartón, materiales que fueron usados durante tiempos de guerra. La precisión y el detalle con que fueron creadas, especialmente en sus trajes y expresiones, hacen de cada muñeca una obra de arte. A su lado, una colección de carritos a escala completa la exposición, capturando la atención de todos los amantes de los juguetes.
Además de ofrecer una experiencia cultural única, el museo tiene una causa social. Parte de los fondos recolectados con la venta de las entradas es destinada a apoyar a los niños del Hospital Infantil Casa del Niño, un gesto noble por parte de la señora Socorro, quien ha vinculado su pasión por las muñecas con una labor de ayuda a la comunidad. Cada visitante no solo explora la historia de las muñecas, sino que también aporta a una causa solidaria.
El Museo de las Muñecas más que una exposición, es un viaje en el tiempo. Las historias que estas pequeñas figuras encierran permiten conocer cómo ha cambiado el mundo, y cómo un simple juguete ha reflejado los valores y tradiciones de distintas culturas.