En un rincón fértil de Cartagena, donde la tierra y el corazón de sus comunidades laten al mismo ritmo, nace una apuesta transformadora:
Manos al Campo – Patios Productivos. Una iniciativa impulsada por Surtigas, SPEC LNG, la Fundación Promigas y la Fundación Granitos de Paz, que está cambiando vidas a través del poder de la agricultura urbana, la autosostenibilidad y la unión comunitaria.
El proyecto busca transformar los patios de 66 hogares en La Boquilla y Pasacaballos en espacios productivos para el cultivo de hortalizas, plantas aromáticas y flores comestibles. Pero va más allá de lo agrícola: es una propuesta integral que promueve la seguridad alimentaria, la generación de ingresos y el fortalecimiento del tejido social, todo desde el hogar.
Cada familia recibe acompañamiento técnico, capacitación y materiales para la adecuación de sus patios. Desde el diseño y construcción de sistemas de riego hasta la selección de cultivos adecuados para el entorno, el objetivo es lograr una producción sostenible y con valor social.
Los productos cosechados por estas familias como mizuna, rúgula, cilantro, orégano, hierbabuena y tatsoi, son comercializados a través de SEMBRANA, una marca comunitaria que representa el esfuerzo, la calidad y el amor con el que se cultivan estos alimentos.

Con la incorporación de 28 nuevas familias en 2025, y el fortalecimiento de otras 38 que ya hacen parte del proyecto, Patios Productivos continúa creciendo y sembrando una huella social positiva en Bolívar. Esta experiencia de transformación local se integra al programa Comunidades Más Productivas, que solo en 2024 impactó a 5.970 personas en 86 municipios del país.
“Además de fortalecer el vínculo con mi familia, este proyecto me ha dado de comer”, afirma Sixto Silgado, un participante de 88 años que llegó desde Pasacaballos para inspirar a las nuevas familias con su historia.
Porque cada compra, cada mensaje, cada voz que se suma, ayuda a consolidar un modelo sostenible que permite a las comunidades:
Acceder a alimentos frescos y saludables.
Generar ingresos desde sus propios hogares.
Mejorar sus condiciones de vida y autoestima.
Recuperar la confianza y la cooperación comunitaria.