Por Luis Eduardo Narváez Martínez
Los principios, entendidos como umbrales y transiciones, representan la esencia de la planificación y la renovación, un momento propicio para el cambio y la reafirmación; en definitiva, una constante confrontación con lo novedoso. Nos encontramos, ante lo desconocido, atrapados en la familiaridad del temor y la duda, haciendo así más arduo lo inevitable. Sin embargo, en este ininterrumpido proceso de renovación, se presenta la oportunidad para crecer, aprender y enfrentar lo que inexorablemente nos aguarda.
La adaptación y el cambio no solo buscan la mera supervivencia, sino también la prosperidad del ser. Aunque la inteligencia y las posibilidades sean innegables, es crucial comprender que la transición es una condición permanente del ser humano, tan constante como la respiración y tan misteriosa como ver la lluvia caer.
En nuestro transitar, nos topamos con la resistencia, ese pensar que genera angustia al creer que lo nuevo es difícil. Experimentamos una sensación de amenaza, de pérdida de control, lo cual nos impulsa a evitar y procrastinar la situación. Este fenómeno, inherente al ser humano, puede superarse mediante un llamado a la adaptabilidad, un proceso complejo que nos proporciona herramientas para modificar pensamientos y comportamientos.
¿Sientes que es tu caso? Te entiendo, a todos nos pasa. Por ello, ten presente algunos pasos para superar la resistencia y fomentar la adaptabilidad. Aceptar que salir de la zona de confort implica un avance significativo, reconocer factores individuales y externos, como el contexto, favorece la flexibilidad y la compasión hacia uno mismo. Detenerse, reflexionar y analizar la emoción que se experimenta son prácticas útiles, nadie dijo que iba hacer fácil. En caso de dificultad, la ayuda profesional brinda herramientas específicas para enfrentar la situación y avanzar, lo más consciente posible. No lo olvides, la carga entre dos, siempre será más ligera.
En el constante cambio, todo evoluciona: personas, relaciones, organizaciones, estilos de vida, ambiente, lenguaje (…), como bien lo expresa de manera determinante la canción del chileno Julio Numhauser: «Todo cambia». Asumir la adaptabilidad como un boleto hacia el futuro se convierte en la clave no solo para sobrevivir, sino para prosperar en un mundo en constante transformación. Te deseo éxito en tu encuentro quieras o no con el mañana, manteniéndote atento a la resistencia para que la visita sea más placentera.