Cartagena enfrenta un déficit de árboles, con una relación de un árbol por cada 16 habitantes. De acuerdo con el informe de Cartagena Cómo Vamos, en 2018 había 107,983 árboles, cifra que, a pesar de la siembra de 11,703 en 2019, solo aumentó a 119,686. Esto evidencia una respuesta insuficiente ante la creciente necesidad de áreas verdes en la ciudad.
La situación es especialmente crítica en zonas como el Cerro de La Popa y Mamonal, donde la cobertura vegetal ha disminuido drásticamente. Las nuevas invasiones y barrios carecen de la vegetación necesaria, lo que impacta negativamente en la calidad ambiental y la biodiversidad. En el sector industrial de Mamonal, aunque se han sembrado árboles, su densidad por hectárea es baja, lo que resulta insuficiente para mitigar los efectos de la contaminación atmosférica en la zona. El censo arbóreo ha revelado 1,438 hectáreas de bosque urbano, con 27,348 árboles en la Unidad Comunera 11, que abarca barrios como Ceballos y Santa Clara.
Sin embargo, la densidad de árboles en esta área indica la necesidad de más siembras, dado el alto nivel de contaminación. Por el contrario, la Unidad Comunera 3 presenta la menor cantidad de árboles, con solo 4,147, afectando la calidad de vida en barrios como La María y San Francisco.
La vegetación urbana juega un papel crucial en la mejora de la calidad de vida de los habitantes, lo que hace que su manejo y conservación sean desafíos clave para Cartagena. Es urgente implementar estrategias de reforestación y conservación que no solo aumenten el número de árboles, sino que también aseguren su salud, contribuyendo así a un entorno ecológico más equilibrado y saludable. La construcción de una cartografía oficial sobre la cobertura arbórea y el registro de activos forestales son pasos esenciales para una gestión responsable y efectiva del patrimonio natural de la ciudad.