Jildre Esther Jiménez Miranda es una docente de Castellano en la Institución Educativa Arroyo de Piedra y líder del proyecto ‘La Estrategia Carabajal’, el cual fue reconocido -el pasado martes 13 de agosto- como ganador en la categoría “Experiencia significativa en lectura y escritura convencional” del Premio Nacional al Docente BBVA.
El reconocimiento realizado en el Ministerio Nacional de Educación -y liderado por BBVA Colombia- tiene como fin exaltar a los profesores que, mediante medidas innovadoras, logran que sus estudiantes se interesen en aprender sobre cine, teatro y literatura.
Tal reconocimiento se hizo posible luego que Jildre presentó el proyecto a la convocatoria para la 5º edición de este premio.
Su iniciativa -que lleva desarrollando desde hace seis años- fue seleccionada entre 1.600 docentes que postularon sus proyectos a nivel nacional.
La ‘Estrategia Carabajal’ es una confluencia de saberes que se apoyan en una misma acción para estimular el aprendizaje en el mayor número de vacíos que el alumno pueda tener en cierta área. Buscar ser interdisciplinar para que el niño se adapte a un mismo hábito o método de estimulación para todos los campos del conocimiento que desee potencializar.
«Yo nací para ser maestra»
Jildre vino desarrollando un proceso de investigación pedagógica -la Estrategia Carabajal- desde el año 2013 como respuesta a los diversos problemas académicos de los estudiantes en el área de castellano.
Tras este proceso -y como solución planteada- Jildre implementó una serie de excursiones a las playas del corregimiento de Arroyo de Piedra para buscar generar un espacio donde sí den ganas de leer y que brinde elementos sobre los cuales escribir.
Ahí, los niños leen libros asignados y se sumergen a observar el ambiente que carga su contexto para desarrollar su capacidad y creatividad interpretativa, la cual plasman y evidencian como aprendizaje en sus posteriores escritos a hacer, tras una mejor motivación e inspiración, en sus clases.
La idea es que el niño se motive a leer en cualquier parte para que, después que ellos lean y su imaginación vuele, esos lugares sean también un pretexto para escribir.
Cuando ya el niño va y conoce del contexto, vuelven al colegio con ganas de escribir y a describir su entorno.
Jildre ha visto los resultados de esta medida tras el aumento de niños que se sumergen con gusto en el mundo de la lectura y se arriesgan a expresar su sensibilidad en el mundo de la escritura.
Tal es el caso de un chico que superó las dificultades de aprendizaje que presentaba al encontrar maravilloso y placentero el desarrollar su escribir, llegando a tener un cuento de su autoría galardonado por el distrito.
Ejemplos como este son los que motivan a Jildre, dan respuesta de la efectividad de un sencillo método y hacen merecedor a este proyecto del reconocimiento dado por BBVA.
Proyecto sinérgico
Jildre se sostiene sobre un equipo de trabajo conformado por los profesores de preescolar, primaria y tres de secundaria donde el factor fundamental es el acompañar juntos al niño -desde párvulo hasta 5º- en su estimulación.
Soy líder del proyecto y quien plantea las ideas iniciales. Muchas ideas suelen ser alocadas, pero mis compañeros confían en la importancia de todo esto y me siguen.
En las comunidades de aprendizajes de la institución educativa, Jildre y sus compañeros acordaron apoyarse en la ‘Estrategia Carabajal’ y unir los diversos conocimientos para combatir las dificultades relacionadas con la lectura, escritura y oralidad.
Hoy, este premio no es solo una excusa para enorgullecernos del logro de una ciudadana nuestra sobre una comunidad y frente a una multinacional; este premio es un llamado a ser conscientes del cambio y bien que podemos generar con ideas de solución creativas puestas en marcha desde acciones sencillas.
Es importante destacar cómo la sinergia de un equipo de docentes apasionados por su vocación posibilita la materialización de ideas en pro de la excelencia en nuestra comunidad educativa.
Al ser la ‘Estrategia Carabajal’ una propuesta interdisciplinar y transversal que se nutre desde las diversas áreas o proyectos, se tiene como proyección ser multiplicada en otras sedes de la Institución y participar en diferentes espacios académicos para compartir aprendizajes.
La idea no es que los estudiantes apliquen los espacios de su rico entorno como excusa para meramente leer y escribir, sino también para desarrollar sus habilidades en las matemáticas, biología, sociología y demás campos del saber que pueden ser nutridos desde la perspectiva de los estudiantes inquietos de una proactiva maestra del corregimiento bolivarense de Arroyo de Piedra.