Comprar autopartes ilegales: sanciones, riesgos viales y fortalecimiento del hurto en Bogotá
Introducción
Aunque algunos compradores adquieren repuestos ilegales buscando ahorrar dinero, las consecuencias pueden ir desde sanciones penales hasta riesgos mortales en las vías. En lo que va del año, la Policía ha incautado más de 2.000 autopartes ilegales y cerca de 800 motores con sistemas regrabados, en operativos con la Secretaría de Seguridad. Detrás de estas cifras hay un problema persistente: el mercado negro de repuestos robados que alimenta el hurto de vehículos en Bogotá.
El círculo vicioso: cómo la demanda alimenta el robo de vehículos
Este fenómeno opera como un círculo vicioso: cuando un ciudadano decide comprar una pieza sospechosamente barata, no solo pone en riesgo su propio vehículo, sino que incentiva directamente el robo de carros y motos. Las organizaciones criminales continúan desmantelando automotores para vender sus componentes en el mercado clandestino. En palabras de las autoridades, cada compra por fuera de establecimientos formales fortalece el negocio ilegal y financia a las mafias que operan en la ciudad.
Consecuencias legales: la receptación y sus penas
Adquirir una autoparte robada puede llevar a cargos por receptación, un delito que contempla penas de hasta ocho años de prisión. “Cada vez que alguien compra una autoparte ilegal, fortalece las redes criminales que se dedican al robo de vehículos en la ciudad”, afirmó el secretario de Seguridad de Bogotá, César Restrepo.
Riesgos mecánicos y de seguridad vial
El problema no se limita al ámbito judicial. La Secretaría de Seguridad advierte que los riesgos mecánicos y de seguridad vial son igual de graves. Repuestos falsificados o no certificados pueden fallar en cualquier momento, desde frenos hasta sistemas eléctricos, lo que eleva la probabilidad de sufrir siniestros que podrían costar vidas. Además, estos elementos anulan la garantía del vehículo, incrementan el desgaste general y generan reparaciones más costosas a largo plazo.
Impacto económico: perjuicio a la economía formal
En el plano económico, la afectación se extiende a los comercios legales del sector automotriz que se ven debilitados frente a la competencia ilegal. Cada pieza robada que se vende significa menos ingresos para quienes cumplen la ley, al tiempo que se dinamiza la cadena criminal del hurto.
Balance de cifras: reducción del hurto pero puntos críticos persistentes
A pesar del panorama, hay señales positivas: entre enero y octubre de 2025, el hurto de vehículos disminuyó un 25 % y el de motocicletas un 19 %. Sin embargo, localidades como San Cristóbal y Tunjuelito presentan incrementos en estos delitos, lo que genera alerta institucional.
Operativos recientes y hallazgos significativos
Uno de los golpes más recientes ocurrió en septiembre: en La Estanzuela (Los Mártires), la Policía halló 250 motores con identificación falsa en un sótano habilitado como centro clandestino de distribución. Zonas como Siete de Agosto y Restrepo siguen siendo puntos críticos para la comercialización ilegal de autopartes.
Recomendaciones y llamado a la ciudadanía
Las autoridades reiteran su llamado a la ciudadanía:
- Verificar la procedencia de los repuestos.
- Comprar solo en establecimientos autorizados.
- Exigir factura y documentación que respalde la legalidad de la pieza.
- Denunciar cualquier venta sospechosa a la Línea contra el Crimen de la Policía: 314 3587212.











