Sherif Loutfy, un exmilitar egipcio, llegó a Colombia por primera vez como turista y quedó fascinado por su belleza, tranquilidad y hospitalidad. Tanto fue su amor por el país que decidió establecerse definitivamente y, tras 13 años de residencia, apertura “De Oliva”, un restaurante en la subida a Turbaco que fusiona la gastronomía árabe con la colombiana.

Sherif relata que, desde su llegada, visitó varias regiones del país, como Bogotá, Barranquilla, Medellín, el Eje Cafetero y Leticia, en la Amazonía. En cada lugar se sorprendió por la calidez de los colombianos, lo que reforzó su decisión de quedarse.

En Cartagena, donde vivió ocho años en el barrio Manga, encontró un ambiente similar a su ciudad natal, Alejandría, debido a la cercanía con el mar y la constante presencia de turistas de todo el mundo.
Ahora, junto a su esposa, ha emprendido en el mundo de la gastronomía con “De Oliva”, donde ofrece una mezcla de sabores árabes y colombianos.
Para garantizar la autenticidad de sus platos, importa especias directamente desde Egipto, dándole un toque único a su cocina. Además, el restaurante cuenta con un extenso jardín de cuatro hectáreas y una decoración artesanal hecha con materiales reciclados, creando un ambiente acogedor y atractivo para los clientes.

Con su negocio, Sherif busca compartir un pedazo de su cultura con los colombianos y turistas, manteniendo viva su conexión con la cocina mediterránea mientras disfruta de la riqueza cultural y la diversidad de su país adoptivo.











