En la Cartagena de los años 60, la avenida Rafael Núñez era testigo de un paisaje completamente distinto al actual. No existían los frondosos manglares que ahora abrazan su recorrido. En aquel entonces, la vía era un corredor despejado junto al mar, donde el asfalto parecía extenderse hacia el horizonte sin obstáculos.
Para los cartageneros de la época, la avenida simbolizaba progreso y modernidad, una línea entre el mar y la ciudad. Sin la presencia de la vegetación que hoy domina el paisaje, la conexión entre ambos era directa, casi cruda, como si la ciudad y el agua se tocaran sin barreras. Quienes la recorrían podían apreciar, sin interrupciones, la belleza del horizonte y la serenidad del entorno. Este recuerdo evoca un tiempo más simple, donde el crecimiento urbano comenzaba a tomar forma.
Con el paso de los años, los manglares empezaron a poblar la orilla, transformando la avenida en un corredor verde, integrando la naturaleza al paisaje urbano. Aunque el cambio trajo nuevos aires a la ciudad, estas imágenes permiten volver la mirada hacia una Cartagena que pocos reconocen, una Cartagena que, antes de sucumbir al abrazo de los manglares, vivía una relación más directa con el mar.
Fotos. A quien corresponda.