Cartagena de Indias, la «Heroica», no sería la misma sin sus icónicas murallas que rodean el casco antiguo de la ciudad. Estas imponentes fortificaciones de piedra, construidas para proteger la ciudad de los ataques piratas y de potencias extranjeras durante los siglos XVI y XVII, son un emblema del pasado colonial de la ciudad y un tesoro patrimonial que sigue siendo crucial para su identidad.
La historia de las murallas comenzó en 1614, tras el devastador ataque del corsario inglés Sir Francis Drake en 1586. En respuesta, el rey Felipe III de España ordenó la construcción de un sistema de defensa alrededor de Cartagena El arquitecto italiano Carlos de Roda Antonelli fue el encargado de iniciar este monumental proyecto, levantando los primeros baluartes que hoy conforman una parte fundamental del paisaje de la ciudad.
Sin embargo, debido a la constante amenaza de nuevos ataques y las complicaciones geográficas de la zona, la construcción de las murallas se extendió durante casi dos siglos, finalizando en 1796.
Durante ese tiempo, las murallas se convirtieron en una herramienta estratégica para mantener a salvo a la ciudad, protegiendo no solo a sus habitantes, sino también las riquezas que llegaban desde el interior del continente. A lo largo de los 11 kilómetros de extensión de estos muros, se erigieron baluartes, fortificaciones y garitas, siendo el Castillo de San Felipe y el barrio Getsemaní parte fundamental del sistema defensivo.
La combinación de estas murallas y fuertes convirtieron a Cartagena en uno de los bastiones más seguros del Caribe, defendiendo su puerto y su comercio.Hoy en día, las murallas de Cartagena son mucho más que una estructura defensiva. Declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984, representan un símbolo de la resistencia y la historia heroica de la ciudad.
No solo atraen a millones de turistas cada año, sino que también sirven como un espacio cultural y recreativo donde se celebran eventos, festivales y paseos históricos que transportan a los visitantes a la época colonial. Recorrer las murallas ofrece la oportunidad de apreciar la grandiosidad de la arquitectura militar española, y al mismo tiempo, disfrutar de vistas panorámicas del Mar Caribe.
Al caminar por sus pasadizos y baluartes, los turistas pueden revivir la historia de una ciudad que se mantuvo firme ante las adversidades. Desde las alturas, los visitantes son testigos de la perfecta unión entre el pasado y el presente: las estructuras coloniales junto a los modernos rascacielos que enmarcan la bahía.
En la actualidad, el gobierno local, en colaboración con diversas entidades turísticas, ha puesto en marcha proyectos para preservar y embellecer este patrimonio invaluable. Uno de los más importantes es el Plan Maestro de Iluminación del Centro Histórico, que busca realzar la belleza de las murallas a través de la tecnología de iluminación LED avanzada. Este proyecto, que se espera esté totalmente implementado en los próximos años, ya ha transformado la forma en que locales y turistas experimentan las murallas al atardecer y por la noche, permitiendo que los colores del Caribe se fusionen con la luz artificial para crear un ambiente mágico.
El proyecto no solo pretende embellecer el entorno, sino también hacer un uso más eficiente de la energía, reduciendo el impacto ambiental. Con una inversión significativa, este plan permitirá que las murallas sigan siendo un atractivo tanto para turistas nacionales como internacionales, al tiempo que promueve el turismo sostenible.
Además, los espacios históricos dentro del cordón amurallado, como plazas y monumentos, se beneficiarán de esta renovación, volviéndose escenarios ideales para eventos culturales de talla internacional. Las murallas de Cartagena, que una vez defendieron la ciudad de invasores, hoy se alzan como uno de los tesoros más preciados de Colombia.
Su valor histórico, arquitectónico y cultural continúa atrayendo a miles de visitantes que buscan conocer más sobre la rica herencia de la ciudad. Gracias a los esfuerzos de conservación y a los proyectos turísticos innovadores, como los que propone Turismo Vacacional, el futuro de estas murallas está asegurado, garantizando que las generaciones venideras puedan seguir disfrutando de este símbolo de fortaleza y perseverancia.
Así, las murallas de Cartagena siguen siendo testigos del paso del tiempo, custodiando la historia y el alma de una ciudad que se ha mantenido en pie frente a los desafíos del pasado y que, hoy en día, continúa brillando como uno de los destinos más importantes de América Latina.
fotos: a quien le correspondan.