El Estadio de Béisbol La Cabaña, inaugurado en 1930, fue el primer estadio cerrado de Cartagena, marcando un hito en la historia del béisbol local. Construido por los hermanos Enrique y Guillermo Piñeres, contaba con graderías de madera y un techo de zinc, lo que le otorgaba un carácter distintivo y acogedor. Sus dimensiones, modestas comparadas con estándares actuales, eran de 267 pies por el jardín izquierdo, 290 por el derecho y 350 por el central, favoreciendo el espectáculo de frecuentes jonrones. El campo de juego, de tierra y caracolejos, presentaba un desafío adicional para los jugadores.
El béisbol en Cartagena comenzó a consolidarse en 1913, inicialmente en el Campo Grau en La Matuna, pero La Cabaña se convirtió rápidamente en el centro neurálgico del béisbol cartagenero, albergando importantes encuentros y forjando leyendas del deporte, como el icónico «Chita» Miranda. Su inauguración fue memorable, con un partido que vio a una selección local enfrentarse al equipo Macon de la Liga de la Florida, aunque el resultado fue una aplastante derrota de 36 a 0 para los locales.
Ubicado cerca del Terminal Marítimo, el nombre «La Cabaña» hacía referencia a una construcción que allí existía, utilizada para el esparcimiento. Durante casi dos décadas, este estadio fue el templo del béisbol en Cartagena. Sin embargo, con la construcción del Estadio «Once de Noviembre» en 1947, La Cabaña fue relegada a un segundo plano, siendo el terreno utilizado posteriormente por los hermanos de la Salle para la formación de estudiantes en el deporte.
Con el tiempo, el estadio fue urbanizado, y la comunidad de Manga perdió un valioso espacio para la práctica del béisbol. La Cabaña no solo representó un lugar de competencia, sino un símbolo del amor por el béisbol en Cartagena, dejando un legado que perdura en la memoria de sus aficionados.
Fotos. A quien corresponda