Chepacorina es la galleta de queso más reconocida y amada desde los Montes de María.
En el corazón de El Carmen de Bolívar se encuentra un legado familiar que ha perdurado a lo largo de generaciones, conocido como un manjar combinado con suavidad y mucho queso.
La historia de las chepacorinas comienza en 1947 con Josefa Corina Ríos, una mujer conocida cariñosamente como «Chepa». Ella amaba la repostería y se dedicaba a hacer dulces, panochas y galletas de soda. Gracias a su dedicación y curiosidad, le añadió ingredientes como queso y leche a la galleta de soda, dando lugar a la creación de una galleta que se ha convertido en un símbolo en El Carmen de Bolívar: las chepacorinas.
Por su apodo «chepa» y su apellido «Corina» quedó catalogado el nombre de la galleta. como «Chepacorina» en los montes de María.Las Chepacorinas son reconocidas por su sabor inigualable, su textura crujiente y su delicado aroma a queso las convierten en una delicia irresistible para quienes las prueban. Cada bocado de una Chepacorina ofrece una experiencia única que refleja la rica tradición culinaria de El Carmen de Bolívar.
No tuvo hijos propios, pero encontró en Francisco Díaz, un joven trabajador en su panadería, el sucesor perfecto para continuar su legado tras su fallecimiento. Al pasarle su receta secreta, Josefa aseguró que las Chepacorinas seguirían siendo un ícono.Francisco Díaz tomó las riendas de la panadería con la ayuda de su compañera, Zayda Núñez. Juntos, comenzaron a hornear las galletas que pronto se convirtieron en un fenómeno local.
Sin embargo, la diabetes obligó a Francisco a retirarse, dejando a su hijo, Miguel Díaz, como el nuevo guardián de la tradición familiar. Con dedicación y entusiasmo, Miguel ha continuado la producción artesanal de las Chepacorinas, un proceso que conserva el sabor y la textura únicos de las galletas. Además de su delicioso sabor, estas galletas han sido un símbolo de unión familiar, la tradición de su elaboración ha sido cuidadosamente transmitida, asegurando que cada galleta conserve el mismo nivel de calidad y amor que doña Josefa Corina Ríos Torres puso en sus recetas originales.
Su popularidad ha trascendido fronteras, convirtiéndose en un orgullo no solo para los habitantes de El Carmen de Bolívar, sino también para toda Colombia.Cada día, hornean alrededor de 2,000 galletas, y durante las temporadas altas, ese número se duplica, reflejando la alta demanda del producto. Además de las Chepacorinas, la panadería produce otros dulces tradicionales como la quesadilla y la panocha, cada uno con su propio proceso artesanal.
Cada Chepacorina no solo es una galleta, es un legado y es el producto característico del Carmen de Bolívar, no solo conquistaron los paladares de los locales, sino que también marcaron una presencia distintiva en el mercado gracias a su característico sello de «CH».