No cabe duda que los expertos nos demuestran cada vez más, las cosas que se creían imposibles, se pueden hacer realidad, y esta vez, han demostrado que el agua de salada se puede convertir en agua potable.
Un grupo de científicos habrían encontrado la forma de convertir este tipo de agua en una consumible, con altos estándares de limpieza, por lo que también se consideró como segura. El proceso que usaron duró tan solo 30 minutos.
Sobre la investigación
La investigación fue publicada por la revista Nature Sustainability, y también explicaba que se utilizaron marcos de metal orgánicos (MOF) y luz solar. Entre tanto, el texto menciona que lograron la filtración de las partículas que contaminan el agua y pueden resultar maliciosas para el cuerpo humano, obteniendo un total de 139,5 litros de agua potable por cada kilogramo de MOF utilizado al día.
En el proceso, los investigadores llegaron a la conclusión que, además de haber obtenido el agua lista para el consumo, esta labor también se logró con procedimientos más eficientes en un tiempo récord, por lo que la energía usada resultó ser mejor que las actuales en temas de desalinización.
En este punto cabe resaltar que, las energías que normalmente se usan para estos procesos tienden a causar daños al medio ambiente, esto porque contribuyen al calentamiento global.
“La desalinización implica eliminar la sal del agua de mar y filtrarla para producir agua potable de calidad. Sin embargo, el proceso consume mucha energía, y los combustibles fósiles que suelen utilizarse contribuyen al calentamiento global. Por otro lado, la salmuera tóxica que produce contamina los ecosistemas costeros”, explicó el Programa para el Medio Ambiente de la Organización de las Naciones Unidas (PNUMA).
A reglón seguido, se afirmó que algunos métodos permitirían utilizar energías bajas en carbono, como principal objetivo para reducir las emisiones que aceleran el calentamiento global, todavía faltaría solucionar uno de los problemas, la salmuera tóxica.
El profesor Huanting Wang, del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Monash, en Australia, quien es el autor principal de la investigación, expresó que este era un avance que abriría un nuevo camino en la forma como se trata el agua salada.
“Este trabajo abre una nueva dirección para diseñar materiales sensibles a los estímulos para la desalinización y purificación de agua energéticamente eficientes y sostenibles”, fueron las palabras del profesor.
Fuente: Semana