Una palabra con Aida Luz Villa, “La Cantora de Dios”

Aida Luz Villa nació en Santa Marta, Magdalena. Desde muy joven partió a la capital, en donde hizo su vida. Su padre fue Abel Antonio Villa, el Juglar de Juglares. En el 2003 inició su carrera de cantautora de música vallenata con el álbum “Regalo de Dios” con un solo propósito: cantarle a Dios por medio mensajes de reflexión, amor y esperanza.

Se refiere a sí misma en tercera persona, reconociéndose como todo un personaje. Es una cristiana devota, asegura que todo lo que tiene es gracias a Dios y todo lo que hace es para complacerlo. Con una sonrisa en los labios recuerda cuando su padre solía decirle que sería una buena madre porque era una hija excepcional.

El vallenato siempre ha estado presente en su vida.

Su padre les inculcó la música a sus seis hijos, aunque tuviese especial devoción hacia los hombres. El maestro Abel Antonio esperaba que Aida estudiara en la universidad y sacara adelante una carrera, mientras que sus hermanos se convertían en grandes acordeoneros y músicos.

Todas esas lecciones la prepararon para ser lo que es hoy en día. Fue mayor, cuando ya estaba casada y con hijos, que decidió empezar a cantar.

Para ella, su vida es un fiel ejemplo de la escritura que reza que todo se hace en el tiempo de Dios, porque el tiempo de Dios es perfecto. Se adentró en el mundo del vallenato con una meta clara: dedicarle su música al Creador del universo.

Aida Luz Villa

¿Por qué decidió llamarse “La Cantora de Dios”?

“Nunca lo decidí yo. Mi nombre era la Reina del Vallenato. Pero hace tiempo, venía a hacer unos conciertos aquí, en mi costa caribe, y en toda mi publicidad me llamaban ‘la Hija del Maestro, la alta, la que le canta a Dios’. Luego me invitaron a una rueda de prensa en la emisora Rapsodia Vallenata; hicieron una grabadorita para rifarla, en esa entrevista empezaron a preguntar sobre mi nombre y me decían ‘la Hija del Maestro, la alta, la que le canta a Dios’.

Al final cuando ya se estaba acabando el evento, una señora de Sincelejo dijo ‘yo sé cómo se llama la Hija del Maestro, la alta, ella se llama Aida Luz Villa, La Cantora de Dios’. Sentí una voz que me decía que ese era mi nombre artístico y desde ese momento, así ha sido”.

Aunque jamás se ha sentido rechazada, admite que el vallenato es, usualmente, un género machista. Los cantantes, en su mayoría, son hombres, así mismo lo son los músicos de la orquesta. En cierta medida, Aida inició, y sigue haciendo parte, de una lucha feminista.

Al comienzo, notó la alarma de las personas a su alrededor, cantar vallenato siendo mujer y, aún más, cantar vallenato a Dios, puede sonar descabellado. Sin embargo, está convencida de que era la voz de Dios la que le pedía que usara su talento para predicar la palabra. Sabe que Dios la respalda.

¿Cómo formó el vínculo de la música vallenata y Dios?

“Dios quiere que le cante a él, me ha sacado de todo lo secular para que le cante a él. Soy pastora desde hace 17 años. Todos los días predico hacia las siete de la noche. Mi llamado es completo. Tengo don de profeta, bajo esta convicción administro mi iglesia, el Centro Internacional de Adoración a Dios. Cuando administro en la iglesia siempre empiezo con baladas, pero luego pongo un vallenato, una cumbia o algo tropical”.

Todos los años se presenta en Fiesta Celestial, un espacio que fomenta la adoración y alabanza a Dios con el género musical vallenato góspel, que se realiza de manera alterna al Festival Vallenato. Así mismo ha representado a Colombia en conferencias cristianas de corte internacional.

¿Por qué le gusta el vallenato tropical?

“No puedo negar mi tierra. A mi costa caribe yo la amo, puede que no viva acá, pero mis pensamientos siempre son para mi costa. Otra cosa que aprendí de mi padre y de mi madre es que uno nunca debe de perder las raíces. Tengo muchos años viviendo en Bogotá y visitando muchos países, pero siempre debo de hablar como una costeña. Eso se refleja en el vallenato tropical”.

Recientemente estuvo en una gira, ¿quiénes conforman su equipo de trabajo? ¿cómo organiza los conciertos?

“Mi equipo de trabajo está compuesto por una orquesta de diez personas, que incluye músicos y dos coristas, un ingeniero de sonido y un fotógrafo. Tres de mis hermanos tocan vallenato, siempre me acompaña uno de ellos (Salo o Julio), y ellos organizan todo, el conjunto, el sonido. Yo sólo me encargo de prestar la voz y brillar con la luz de Dios. Ellos son las personas que conocen mi repertorio. Es rico porque nos entendemos. Y llevo mi micrófono personal, me gusta tenerlo, porque ya lo tengo educado para mí.

Las giras son hermosas. Apenas llego me hacen una bienvenida, luego doy las entrevistas en los canales y en las noches o fines de semana hago los conciertos. Primero canto, después predico y, por último, administro”.

https://www.youtube.com/watch?v=muLh_HMJJVw

 

¿Qué la inspiró a escribir su sencillo “Madre querida”? ¿Es la primera vez que le escribe una canción a su madre?

“Se la quiero dedicar a todas las mujeres de Colombia y de mundo. En esta canción yo quiero resaltar que no haya ningún hijo que no honre y demuestre amor a su mamá. Creo que actualmente se está perdiendo el respeto a la madre y, lo más grande que podemos darle a ella, como hijos, es eso, respeto y admiración. Ellas nos quieren desde que nos tienen en la barriguita. Los jóvenes ahora no se dedican a darle un tiempo a mamá, para saber cómo está.

Cuando escribí la canción lloré mucho, tenía muchos sentimientos encontrados porque mi madre ya no está conmigo y me hace mucha falta. Mi intención con esta canción es remover esos sentimientos, de amor y respeto. Me siento muy bendecida porque tengo tres hijos que me aman y me respetan, son muy especiales conmigo. Uno recoge lo que siembra.

En vida yo le cantaba mucho a mi mamá, en mis versos siempre estuvo presente mi amor hacia ella”.

De la misma manera, demuestra su amor hacia su padre. Afirma que es su cantante de vallenato favorito, pero que, sobretodo, lo admira porque fue un hombre ejemplar. Recuerda su fidelidad y compromiso. También su creatividad y desempeño, lo cual lo impulsó a componer el vallenato como lo conocemos hoy.

Aida Luz Villa y Abel Antonio Villa

Recuerda los últimos días de su padre con nostalgia. En esa época logró que el maestro Abel Antonio le cantara a Dios. Ella se encargó de componer la canción “Regalo de Dios” y, posteriormente, el Juglar de Juglares escribió “Sólo a ti te canto”, infortunadamente falleció antes de poder grabarla, por lo que Aida lo hizo en su honor.  Posteriormente creó una fundación en su nombre, en ella quiere que todos los niños y jóvenes aprendan sobre técnica vocal, arte y música vallenata, para que no pierdan el tiempo en actividades nocivas y peligrosas. Actualmente tiene sede en Bogotá, pero proyecta expandirla hacia la costa.

Sin embargo, allí no finaliza su labor social.

Cuando se desempeñó como primera dama del departamento de Santander elaboró el programa “Mujeres y niños tratémoslos con cariño”, con el cual tuvo la oportunidad de ayudar a muchas mujeres de los 87 municipios.

¿Qué proyectos tiene a futuro?

“Seguir componiendo vallenato tropical en México y continuar haciendo giras, nacionales e internacionales. Y poderle brindar a todas las personas que me siguen canciones que traigan esperanza y luz a sus corazones”.

Aida Luz Villa se está preparando para recibir el Galardón Internacional en Miami este agosto, un homenaje al mérito y desempeño en la música cristiana. Por ahora, no tiene intenciones de detenerse. Está decidida a cumplir con el propósito que le reveló Dios: cantarle.

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