La decisión del presidente estadounidense, Joe Biden de liberar a Álex Saab, testaferro del mandatario venezolano Nicolás Maduro, ha generado controversia internacional y desencadenado una ola de críticas. La liberación se produjo mediante un intercambio de 10 presos estadounidenses y 16 venezolanos.
La decisión ha suscitado fuertes reacciones negativas. Miembros de la oposición colombiana, venezolana y congresistas estadounidenses calificaron la medida como lamentable y equívoca.
Las críticas se centran en la posibilidad de que Saab, detenido por cargos de soborno, confiese relaciones entre el gobierno de Maduro y actividades como el narcotráfico y la corrupción con PDVSA.
Figuras políticas y congresistas estadounidenses expresan su preocupación por la posible debilidad institucional y las concesiones que esta acción podría otorgar a regímenes dictatoriales.
Por otro lado, Nicaragua felicita el intercambio como un intento audaz de mejorar las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela.