Contexto e inicio
María Ignacia Salas, la mujer que pasó de la corona a la pobreza y conocida como la Virreina Cartagenera, fue la única mujer de origen cartagenero en alcanzar tal distinción en el siglo XVIII. Nacida en una familia influyente, su padre fue un destacado ingeniero militar y su tío, el Marqués de Valdehoyos, un poderoso comerciante.
Siendo así, su matrimonio con Juan de Torrezar Díaz Pimienta, gobernador de Cartagena y posteriormente virrey del Nuevo Reino de Granada, la situó en el centro del poder colonial, brindándole acceso a un mundo de privilegios y riqueza.
¿Cómo pasó de la corona a la pobreza?
Pero no fue hasta poco después de asumir su nuevo rol que su vida dio un giro dramático, pues durante un viaje de Cartagena a Santa Fe, María Ignacia sufrió la pérdida de su segundo hijo, nacido muerto en una playa desierta, lo que significó el comienzo de una serie de calamidades y que días después de su llegada a Santa Fe, su esposo enfermó gravemente y falleció, dejándola sola y vulnerable en un momento crítico.
¿Hizo algo para no pasar de la corona a la pobreza?
A pesar de su situación, la Virreina luchó por asegurar su futuro y el de su hijo. Solicitó a la Corona una pensión anual para mantener a su familia, una medida que parecía justa dado su estatus. Sin embargo, al llegar a Madrid para gestionar su solicitud, se encontró con un pleito legal promovido por los parientes de su difunto esposo, quienes intentaron despojarla de sus derechos sobre el mayorazgo que había fundado su marido.
¿Cómo terminó la virreina?
Luego de tantos de años de batallas legales, la Corona finalmente le otorgó la pensión, pero la noticia llegó demasiado tarde. La Virreina y su hijo habían fallecido en un viaje hacia España, posiblemente en condiciones precarias. Documentos de su vida posterior a la muerte de su esposo revelan una lucha constante contra la pobreza, sin legado familiar ni riqueza que la sostuviera.
Por lo anterior, la historia de María Ignacia Salas es un reflejo de las complejidades del papel femenino en la sociedad colonial, donde legado, aunque trágico, sigue siendo un recordatorio de las adversidades que enfrentaron las mujeres en una época en la que su influencia era limitada.
Fuente: Museo Histórico de Cartagena