Hoy en día, es común escuchar historias de amigos y familiares que han sido contactados por bancos, operadores telefónicos o plataformas de crédito, exigiendo el pago de deudas que nunca contrajeron. Al investigar, descubren que tienen créditos, líneas telefónicas o productos a su nombre sin saber quién los suplantó. Probablemente han sido víctimas de un delito informático sin siquiera darse cuenta.
Los delitos informáticos implican actividades ilegales que se realizan a través de sistemas y redes informáticas, como la violación de datos personales, transferencias no autorizadas y el uso de software malicioso. Estos delitos, regulados por la Ley 1273 de 2009, pueden conllevar penas de prisión de hasta 120 meses y multas de hasta 1500 salarios mínimos.
Son muy comunes en casos de suplantación de identidad y fraude bancario, donde los delincuentes obtienen información personal a través de phishing (correo electronicos falsos para engañar a personas), hacking( acceso no autorizado a sistemas), ingeniería social ( manipulación psicológica para obtener información confidencial) y sim swapping (duplicación de sim card), para acceder a cuentas bancarias, realizar transacciones fraudulentas y solicitar créditos a nombre de la víctima.
¿Qué puedo hacer si soy víctima de alguno de estos delitos?
En el proceso penal colombiano, las víctimas de delitos informáticos enfrentan múltiples desafíos, su papel es crucial, ya que tienen derecho a ser escuchadas y a participar activamente en todas las etapas del proceso. Sin embargo, la falta de conocimiento técnico y la complejidad de estos delitos pueden dificultar la comprensión de los hechos y la presentación de pruebas.
En caso de ser víctimas, es fundamental recopilar toda la información posible, como correos electrónicos, registros de transacciones y cualquier comunicación sospechosa. Además, se debe denunciar el delito a las autoridades competentes y buscar asesoría legal especializada. Lo anterior, permitirá solicitar el restablecimiento de sus derechos, la normalización del estado financiero en las centrales de riesgo y la cancelación de cualquier producto o crédito resultante de un fraude o suplantación.
Transición digital en el panorama actual:
Basta con decir que, la protección contra delitos informáticos es fundamental tanto para personas naturales como para empresas. En un mundo donde la digitalización es la norma, estar informado y protegido contra estas amenazas puede prevenir pérdidas económicas, daños a la reputación y la exposición de datos sensibles.
Las empresas deben implementar políticas de seguridad robustas y capacitaciones continuas para sus empleados, mientras que los individuos deben adoptar prácticas seguras en línea, como el uso de contraseñas fuertes y la verificación en dos pasos. Protegerse adecuadamente no solo garantiza la integridad de la información, sino que también fortalece la confianza en el entorno digital.