En la punta de Manga, frente a la Bahía de las Ánimas, se levanta el fuerte San Sebastián del Pastelillo, una imponente construcción militar que guarda siglos de historia y cuyo nombre deriva de su peculiar diseño, similar a un pastel. El fuerte fue construido en 1743 por el ingeniero militar español Juan Bautista Mac Evan, natural de San Sebastián, España, su construcción fue una respuesta estratégica tras el asalto del almirante británico Edward Vernon en 1741, quien lideró uno de los ataques más importantes contra la ciudad.

Con una artillería de 31 cañones, San Sebastián del Pastelillo tenía como misión principal proteger la entrada a la Bahía de las Ánimas, uno de los accesos clave al puerto de Cartagena.
Sin embargo, la historia de esta fortificación se remonta a una estructura anterior, antes de San Sebastián del Pastelillo, en ese mismo emplazamiento se encontraba El Boquerón, el primer fuerte de piedra de la ciudad, erigido para proteger la entrada a la bahía, sin embargo, ante la creciente amenaza de ataques extranjeros, la corona española decidió reforzar la defensa con una estructura más moderna y resistente.
Hoy, este histórico fuerte es un lugar turístico donde se puede conocer las troneras (huecos para poner el cañón), las garitas (torrecillas para centinelas), el almacén de pólvora, el aljibe (cisterna), la amplísima plaza de armas y la portada de ingreso, además en este fuerte, parcialmente restaurado, funciona el Club de Pesca y un restaurante de alta cocina.











