Especial ¿Cómo está Cartagena en Salud? | Semana 6

Témele más al sistema de salud que a la enfermedad

Adrian Camilo Marrugo Palacio

El sistema de salud como hoy está planteado (con la ley 100 de 1993) es criticado por muchos y no es para menos, ya que presenta muchas deficiencias.

Es común escuchar que a una persona le asignaron una cita (de algo que consideramos urgente) para dentro de varios meses, gente esperando ordenes para la revisión con un especialista, una operación, algún procedimiento, gente que muere en las puertas de los hospitales, no como algo hipotético sino como algo real, que son atendidos en sillas, que no le llegan las pastillas que necesitan o que se las dan incompletas y muchas otras situaciones. Son regulares los titulares de la falta de recursos en las Instituciones Prestadoras de Salud (IPS), principalmente las públicas, que por lo general son consecuencia del no pago por parte de algunas Entidades Prestadoras de Salud (EPS).

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Varias de estas últimas se han visto envueltas en escándalos, casos de corrupción y mala administración de los recursos públicos, y si seguimos, podríamos encontrar y detallar las miles de deficiencias del funcionamiento del modelo actual. Todo el problema en general es un asunto de categoría nacional, pero…

¿Cómo es la situación de Cartagena con el tema de la salud?

Cartagena no se salva de todas estas deficiencias, de hecho, todo lo antes descrito se aplica perfectamente a las situaciones que a diario se viven en la ciudad. El distrito presenta algunas problemáticas que necesitan de mucha atención, que de no ser atendidas generarán una crisis de escalas indescriptibles. Por ejemplo, una de las situaciones es que en Cartagena hay un afiliado al régimen contributivo por cada afiliado en el subsidiado, es decir una proporción de 1 a 1 mientras que por ejemplo en Bogotá, esta proporción es de 5 a 1 respectivamente. Cerca de 529 mil personas no aportan al sistema de salud en la ciudad y eso es un hueco gigantesco que pasará una larga factura. Asimismo, presentamos un déficit de camas hospitalarias; la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que por cada mil habitantes haya al menos tres, pero en la ciudad por ese mismo número de personas hay 2,16 que en números se traduce a que tenemos 2.176 y nos faltan alrededor de 960.

Por último, pero no menos importante, la precaria infraestructura existente y la falta de optimización de la salud en Cartagena es notoria, teniendo como consecuencia evidentemente la inoperancia y la ineficiencia en la prestación del servicio. Ejemplos palpables los encontramos en hospitales como El Universitario que tiene más de la mitad de sus instalaciones fuera de servicio. Asimismo pasa con los puestos de salud, pero la situación de estos es de no creer. Muchos no tienen el equipo necesario, les falta personal, tienen su infraestructura deteriorada o simplemente no es la adecuada para su óptimo funcionamiento. Estas últimas son cosas que hasta cierto punto pueden “llegarse a entender” con la interinidad administrativa, la negligencia y la inoperancia de las administraciones locales y del estado en general para tratar a fondo la problemática, pero hay un asunto mucho más delicado que parece sacado de la ficción.

Un gobierno reciente “de cuyo nombre no quiero acordarme”, ordenó la construcción y la remodelación de muchos puestos de salud a lo largo y ancho del distrito, se gestionaron y ejecutaron los recursos. Todo esto parecería a primera vista ser una dicha, pero… ya han pasado varios años desde aquel acontecimiento, y aún hay algunos puestos de salud que están cerrados porque les faltan algunas obras, otros incluso tienen los materiales en el predio donde deben ser construidos, pero no se ha puesto ni la primera piedra, etc. Lo más irónico del asunto es que algunos de estos que hoy están cerrados iban solo a ser remodelados, o sea, que al menos funcionaban en sus condiciones precarias o normales, es decir, resultó peor la cura que la enfermedad.

Lo que más nos debe preocupar es que existen personas que nunca han visitado a un médico, que necesitan de especialistas, procedimientos y demás, pero que no tienen acceso a nada de eso, ya sea por desconocimiento o por simplemente no tener la oportunidad, tampoco vemos en la ciudad campañas para construir salud preventiva, realmente hace falta mucho en este tema de la salud.

Muchas veces la gente cuando se enferma en Colombia no empeora o muere por la enfermedad en sí, sino por la inoperancia del sistema de salud, que en gran parte ya no siente o nunca ha sentido el deber de lograr la satisfacción de un derecho fundamental de una persona o que en cierto modo ha perdido el sentido de la humanidad, visto solo como un negocio.

Por esa razón, la persona que se enferma debe temerle más al sistema de salud que a la enfermedad en sí. Mejor dicho, si no tienes plata para pagar una medicina prepagada o servicios médicos particulares al enfermarte, seguramente no empeorarás o morirás por la enfermedad, sino por el sistema.

Casos en Cartagena de enfermedades 2017: VIH/SIDA 462, los de tuberculosis 267, y los que decrecieron respecto a 2016 fueron las enfermedades transmitidas por vectores, pero también cabe resaltar que 2017 fue un año de sequía, que tuvo un fuerte impacto por el fenómeno del niño.

A través de este corto diagnóstico se puede evidenciar que la situación de la salud en Cartagena es crítica,  lastimosamente no esta en el centro del debate político local, así que seguramente seguirá así hasta que no se escojan los gobernantes que tengan el propósito de conseguir un sistema de salud eficiente en la ciudad. Por todo lo anterior, hay que votar por un alcalde interesado en mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, además de ediles, concejales, diputados y un gobernador que también vayan por la misma línea.

 

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