Este trastorno aparece en los primeros tres años de vida y afecta el desarrollo de los menores.

 

Estuvimos conversando con la fonoaudióloga cartagenera, Angie Catherine Narváez Sierra, sobre el trastorno de espectro autista -TEA-, una condición dentro de los trastorno del neurodesarrollo que se revela durante los primeros años de vida del niño 2 a 3 años, e incluso antes y se caracteriza por la presencia de una diversidad de síntomas (espectro), variables en cada individuo entre los que se destacan:

1. No demuestra interés o intensión comunicativa: evita pedir cosas, por lo general las busca o intenta hacerlo por su cuenta, lleva al adulto hasta el objeto deseado pero no hay una interacción y parece no interesarle las otras personas.

2. No atiende al llamado por su nombre: parece no escuchar sin embargo, ya se ha comprobado que si puede oír.

3. Ausencia de lenguaje oral o lenguaje no funcional: es decir, se expresa pero no con intención de comunicar, puede repetir un capítulo de un programa de televisión, frases completas de un comercial o que ha escuchado (ecolalias -perturbación del lenguaje- tardías) o se limita a repetir exactamente lo que el interlocutor expresa (ecolalia inmediata).

4. Sus juegos son muy repetitivos: utiliza los objetos de la misma forma para lanzarlos, hacerlos girar, ponerlos en un orden específico y permanece mucho tiempo realizando la misma actividad.

5. Intereses restringidos o limitados con alimentos, ropa, lugares, personas, juguetes.

6. Comportamiento social inadecuado ya sea, que no se interesa en los demás, ni en los pares, no mira, no participa, o por el contrario es invasivo con las personas se acerca demasiado, toca los rostros, manotear para llamar la atención, busca de cualquier forma la atención de los demás.

7. Presenta estereotipias o autoestimulaciones: las más comunes son los aleteos, regularmente acompañados de movimientos con la cabeza o los ojos, acercarse objetos a la cara o realizar movimientos no habituales con los mismos, emitir sonidos guturales, tararear con demasiada frecuencia, caminar o saltar sin razón aparente.

 

Estás conductas, con relación a las estereotipias, hay que tener en cuenta, que existe un período, de 1 a 3 años donde soy comunes y con frecuencia están relacionadas con la emotividad, además desaparecen rápidamente, ante el cambio de atención, por lo cual, cuando se presentan de esta forma, no representan gravedad ni requieren de una intervención profesional.

 

Sin embargo, si su hijo presenta varios de estos síntomas y se encuentra dentro de los primeros años de vida, es importante que acuda donde un especialista. En Cartagena, por ejemplo, se encuentra la especialista Angie Narváez, fonoaudióloga. Contacto fonoaudiologanarvaez@gmail.com