Chambacú, un barrio ubicado a las afueras de las murallas de Cartagena, encierra una historia de lucha, resistencia y desplazamiento que refleja la compleja relación de Colombia con sus comunidades afrodescendientes. Este territorio, habitado mayoritariamente por afrocolombianos descendientes de esclavos liberados, se convirtió en un símbolo tanto de la resiliencia como del olvido estatal.
Después de la abolición de la esclavitud en Colombia en 1851, muchos afrocolombianos se asentaron en las costas y riberas del país, buscando establecerse en las periferias de ciudades como Cartagena. Los chambaculeros, como se les conocía, eran herederos de aquellos africanos traídos a América durante el siglo XV. En 1919, comenzaron a construir sus primeras viviendas sobre terrenos pantanosos, utilizando arena, cáscara de arroz y otros desechos para ganar terreno firme sobre los manglares.
Con el tiempo, Chambacú creció y se consolidó como el barrio más grande de las inmediaciones de las murallas. Sus habitantes, en su mayoría obreros, lavanderas y cocineras, vivían en condiciones de extrema precariedad, sin acceso a servicios básicos como electricidad o agua potable. A pesar de la pobreza, Chambacú fue una comunidad vibrante y resistente, que encontró en la cercanía con la ciudad amurallada oportunidades laborales, aunque a menudo subvaloradas.
Sin embargo, a medida que Cartagena comenzó a emerger como un destino turístico en los años 50, la presencia de Chambacú, con sus humildes viviendas y condiciones deplorables, fue vista como un obstáculo para la imagen que las élites querían proyectar al mundo. El barrio, con sus 1,300 familias afrodescendientes, fue estigmatizado como un problema a resolver, y en 1971, sus habitantes fueron forzosamente reubicados en otros sectores más alejados de la ciudad.
Este desalojo, bajo la justificación de mejorar la imagen de Cartagena, dejó un enorme vacío no solo físico, sino también social. Chambacú se convirtió en un terreno abandonado que separaba el centro histórico del resto de la ciudad. Hoy, donde una vez estuvo Chambacú, se levanta el llamado «Edificio Inteligente», un símbolo del progreso y modernización de Cartagena.
Fuente. Museo Histórico de Cartagena