Por Osmarl A. Pulido Rodríguez
En una época donde la globalización y la tecnología están transformando la manera en que vivimos y trabajamos, es esencial que los jóvenes tengan acceso a oportunidades que les permitan capacitarse y adquirir habilidades para competir en un mercado cada vez más exigente. Sin embargo, para los jóvenes de escasos recursos, acceder a esta capacitación puede ser una tarea difícil, debido a la falta de recursos y oportunidades en la ciudad. Incluso para quienes logran un grado profesional o antes de obtenerlo, una visión común es salir de La Heroica como la mejor opción para progresar.
El entorno de ciudades como Bogotá, Medellín, Barranquilla, entre otras. Que sus habitantes tienen una visión globalizada del mundo accediendo a mercados internacionales en el ámbito financiero y contractual impulsa la economía de esas regiones. Ejemplo de ello es que la capital antioqueña, hoy día goza de ser el valle del software colombiano. Por eso que es crucial la creación de un centro de desarrollo juvenil con enfoque en la industria de la tecnología, que apoye a estos jóvenes a capacitarse con diferentes habilidades y lograr un trabajo remoto o incentivos a emprendimientos. Un centro de este tipo podría proporcionar a los jóvenes capacitación en diferentes habilidades, como la programación, el diseño gráfico, marketing digital, data science, inteligencia artificial, blockchain y muchas otras habilidades en demanda en el mercado actual.
Además, sería importante que este centro también ofreciera capacitación en inglés, ya que en una ciudad turística como Cartagena de Indias, hablar inglés puede abrir nuevas oportunidades de empleo en el sector turístico, que es un mercado en crecimiento en la región. En general, una ciudad con un buen nivel de inglés no solo le permitiría a los jóvenes acceder a más oportunidades de empleo, sino que también les brindaría la oportunidad de interactuar con personas de diferentes países y culturas, lo que podría ser una experiencia enriquecedora para la misma ciudad.
No necesariamente debe ser un proyecto costoso y dependiente del presupuesto del Gobierno local o nacional. De hecho, existen diversas herramientas y convenios que podrían aprovecharse para llevar a cabo un proyecto como este. Algunas posibles opciones como las alianzas con empresas privadas siendo esta una forma de invertir ellas mismas en su tecnificación a cambio de ciertos beneficios fiscales y de imagen, como la promoción de su marca y el cumplimiento de sus objetivos de responsabilidad social empresarial además, podrían ofrecer oportunidades de trabajo y prácticas a los jóvenes capacitados.
Otra opción puede ser convenios con universidades y organizaciones sin fines de lucro estableciendo alianzas con organizaciones las diferentes universidades del país, programas de educación no oficial y organizaciones sin fines de lucro para recibir donaciones de equipos y recursos.
Finalmente, la cooperación internacional como herramienta crucial para mostrar al mundo el potencial cartagenero y financiamiento y asistencia técnica para proyectos de desarrollo en países en desarrollo, como Colombia, bastante viable porque la ciudad se precia de ser uno de los destinos más apetecidos por el turismo internacional y con la ola de nomadismo digital en efecto el impacto económico en la región.
En última instancia, un centro de desarrollo juvenil correctamente diseñado no solo brindaría a los jóvenes de escasos recursos la oportunidad de mejorar sus habilidades y acceder a nuevas oportunidades de trabajo, sino que también contribuiría al desarrollo económico de la ciudad. Los jóvenes capacitados en habilidades en demanda podrían trabajar para empresas en línea o incluso iniciar sus propios negocios, lo que podría generar empleo y riqueza en la ciudad brindándole un brazo amigo al sector industrial, marítimo y turístico mejorando la calidad de vida de sus habitantes.