En el plano ambiental, la Alcaldía de Cartagena se planteó el objetivo de sembrar 300 mil árboles de aquí al término del 2027. En este sentido y en el marco del plan de desarrollo ‘Cartagena, Ciudad de Derechos’ en el que se dirige al ‘Corralito de Piedra’ a que adopten procesos de descarbonización, cambio climático y diseño paisajístico urbano. Con ese objetivo, el Distrito anuncia un plan de siembra de 115 mil árboles, con el que se busca que, Cartagena, sea una ciudad más verde. La siembra se hará con especies como mangles, uvitas de playa, matarratón, mango. Entre los diseños que se plantean, se encuentran, la creación de jardines diversos, el incremento de la cobertura forestal, además de una mayor generación de oxígeno. La articulación y puesta en marcha ejecutoria, se da en ayuda con la administración de Barranquilla en el marco de su estrategia “Barranquilla Siembra”. En ese sentido, la administración, trabaja primeramente en consolidar al Centro Histórico como un espacio libre de carbono, que tal y como lo indica el alcalde, Dumek Turbay, será el impulso para convertir a Cartagena en una ciudad más verde.  Dentro de los puntos priorizados a intervenir se encuentran:  •Camellón de los Mártires•Zona perimetral del cordón amurallado, desde La Tenaza hasta la llamada zona contigua al Parque de La Marina.•Rotonda debajo del Puente Román.•Paseo peatonal Castillogrande-Bocagrande (hasta el Club Naval).•Zona de playa de Castillogrande.•Rotonda de El Pozón, incluyendo un kilómetro del separador vial. Fuente: El Universal.

El proyecto turístico de Kalamary, que se encuentra en proceso de estructuración de la asociación público privada para los diseños y estudios definitivos, contará con una extensión de 3,4 kilómetros aproximadamente y contará con cinco estaciones, repartidas en los barrios de Manga, Bazurto, estación Chambacu, Pie de la Popa. Este proyecto de infraestructura turística comunicará a la zona de cruceros con proyectos que actualmente se encuentran en ejecución, como el Complejo Nuevo Chambacú, además del Centro Histórico. Sumado a esto, la realización de esta obra incluye un sistema de ascensor inclinado para acceder al cerro, así como el acondicionamiento de las estaciones, tanto del teleférico como del funicular. Una vez esta obra esté en funcionamiento, fase que está prevista para el año 2027, se pretende que incida de forma directa en los tiempos de traslado, diversificación de la oferta turística de cruceristas y generación de empleos permanentes. Este teleférico contará con una inversión total de 84 millones de dólares para trasladar a más de 1 millón de usuarios anualmente. De momento, el proyecto fue presentado y se encuentra en fase de pre factibilidad, a la espera que en diciembre inicie la fase de aprobación.

El Monumento a la Bandera inaugurado el 12 de noviembre de 1911, fue una pieza central en las celebraciones del primer centenario de la Independencia de Colombia. Ubicado sobre el baluarte de San Ignacio en Cartagena, el monumento se alzó como un obelisco coronado por la bandera tricolor, diseñada por damas cartageneras para conmemorar el evento. El monumento fue ideado por el general Francisco Burgos Rubio una figura clave en la historia de la ciudad, quien también fue el impulsor del proyecto. La obra, diseñada por los arquitectos Luis Felipe Jaspe y Pedro Malabet, se levantó utilizando escombros de la demolición parcial de la muralla de la ciudad realizada el año anterior. Esta demolición, dirigida por Burgos Rubio, generó controversia, ya que algunos consideraron que alteraba la estética del entorno de la Plaza de San Pedro Claver. A pesar de la polémica inicial, el Monumento a la Bandera se integró profundamente en la vida cotidiana de Cartagena. Sirvió como un punto de encuentro para la comunidad, desde encuentros escolares hasta visitas de turistas. Sin embargo, en la década de 1960, cuando el restaurador español Juan Manuel Zapatero propuso la demolición de varias estructuras en la ciudad para restaurar su aspecto colonial, el monumento fue uno de los elementos eliminados, en 1964. Hoy, solo queda como un recuerdo de un periodo significativo en la historia de Cartagena, donde el obelisco se erigió como símbolo de un momento de celebración y unidad nacional.