El Congreso de Estados Unidos ha dado luz verde a una investigación formal sobre la posible destitución del presidente Joe Biden, debido a los negocios controvertidos de su hijo en el extranjero. Aunque esta acción tiene pocas posibilidades de éxito, plantea un desafío para la Casa Blanca antes de las elecciones presidenciales en noviembre de 2024.
Los conservadores, que tienen mayoría en la Cámara de Representantes, acusan a Biden de utilizar su influencia para permitir a su hijo Hunter realizar negocios en China y Ucrania. Tanto el presidente como su hijo y el partido demócrata niegan las acusaciones.
Durante una inusual rueda de prensa, Hunter Biden defendió a su padre, asegurando que este no participó financieramente en sus negocios. La investigación, impulsada principalmente por los republicanos, ha sido calificada por Biden como una «artimaña política infundada».
Hay que recordar que la Constitución de Estados Unidos permite la destitución del presidente por traición, corrupción y otros delitos graves. Sin embargo, la historia del país no registra destituciones presidenciales, y cualquier proceso de este tipo enfrentaría obstáculos en el Senado, donde los demócratas son mayoría.