Dos cadáveres fueron descubiertos en el río Magdalena, en el departamento de Bolívar. Pescadores locales encontraron dos hombres atados de manos y con signos de tortura, que fueron llevados a la orilla del caño de la Ahuyama por la guardia costera para el levantamiento de los cuerpos.
El primer cuerpo, hallado cerca de la población de Yatí, en las cercanías de Magangué, pertenece a un hombre. La víctima llevaba puesto un suéter Polo verde y tenía tres tatuajes: una cruz y los nombres Jordan y Andrés. El cuerpo ha sido trasladado a Medicina Legal en Sincelejo para su identificación.
El segundo cadáver fue avistado cerca de Regidor, pero no fue recuperado por los pescadores y continuó su curso río abajo, por lo que su paradero actual es incierto. Las autoridades han pedido a las comunidades a lo largo del río que rescaten el cuerpo si lo ven para poder realizar los procedimientos necesarios.
Este caso destaca un problema recurrente en la región: la falta de infraestructura y el temor de los habitantes a involucrarse en investigaciones judiciales, lo que resulta en que los cuerpos a menudo recorren largas distancias sin ser recuperados.