En el Centro Histórico de Cartagena, se encuentra una calle que guarda siglos de historia y tradición, la calle el tablón, una vía trazada por el conquistador español Juan de Vadillo, destacado por su inusual diseño rectilíneo, teniendo en cuenta el contrastado en las torcidas calles de la época colonial.
El origen de su nombre sigue siendo objeto de debate. Algunas fuentes indican que la calle recibió su denominación debido a un largo tablón que se colocaba para que los transeúntes pudieran cruzar durante las inundaciones provocadas por los aguaceros. Más que una simple vía, un símbolo del legado colonial y evolución en Cartagena.
A lo largo de los años, la Calle del Tablón también ha sido conocida como la calle de Nuestra Señora de Valle y la calle de la Imprenta, en honor a la primera imprenta de Cartagena, instalada en 1772 durante el mandato de don Fernando Morillo Velarde. Pese a intentos por cambiar su nombre, como en 1918 cuando se propuso rebautizarla en honor al arquitecto cartagenero Luis Felipe Jaspe, la denominación original prevaleció en la memoria popular.
Otras fuentes afirman que el nombre se debe a que en una casa de estas calles murió la primera víctima de una epidemia que azotó a la ciudad en el año 1876 y que el vulgo denominó la epidemia del tablón.
En sus primeras casas vivieron figuras prominentes como el Coronel Manuel González Carazo, presidente del Estado de Bolívar, y el distinguido José Araujo, la ingeniería de la época, fruto del talento de ingenieros españoles y maestros criollos, reflejados en la estructura y diseño de esta calle, que con el paso del tiempo se mantiene como un testimonio vivo de la historia cartagenera.