Un salario de 6 millones de pesos, transacciones en dólares, viajes, estudios en Estados Unidos, fiestas, lujosos accesorios de Marca Chanel, Gucci, Louis Vuitton, un Lamborghini y un Porshe hacen parte del repertorio de excentricidades que exhibía en sus redes sociales la familia Ambuila de Buenaventura. Además de la desbordante pobreza que abunda en esa zona del país, lo que alertó a las autoridades fue el salario que devenga Omar Ambuila, jefe del grupo interno de trabajo de control de carga de la DIAN en la terminal marítima de Buenaventura.
Así fue como la Fiscalía descubrió un entramado de corrupción que involucra a toda la familia, presuntamente, según el ente acusador Omar Ambuila y otros funcionarios de la DIAN aprovecharon sus cargos para permitir el ingreso de mercancía de contrabando por el puerto a cambio de recibir jugosos dividendos que con empresas fachadas ocultaban.
Otra forma de hacer pasar desapercibido el dinero era a través de giros a sus familiares con los cuales estos realizaban cuantiosas compras, por ejemplo la hija de Omar, Jenny Lizeth le fue hallado a su nombre un Lamborghini y un Porshe, siendo que no desarrolla actividad económica que justifique estos ingresos.