Ante la andanada de muertes, de los últimos días, muy visibles algunas, otras no tanto, porque al parecer ante los muertos también funcionan los estratos, hay protestas, indignación, temor desasosiego, todo ello más que justificado y lógico, lo triste de todo esto es que estamos padeciendo de dos males perniciosos, cuales son:  el acostumbramiento y acomodamiento a las situaciones anómalas, mientras no nos, y lo peor de todo: El olvido, y ese sí que es Maléfico, porque hace que las comunidades sobrelleven la situación anómala, que se acomoden, en ultimas que busquen solo sobrevivir en medio del caos, y que después de las protestas todo vuelva a la “normalidad y al silencio”.

Se observa entonces toda clase de posturas, las que hacen uso político de la situación para atacar a sus adversarios, caso el alcalde actual, y no quiere decir que parte de la resolución del problema de inseguridad también está en sus manos, de alguna manera, por no tener una postura dura y valiente frente al gobierno y autoridades, cuando debería ser el primero en salir a marchar y a protestar, porque hubiese podido decretar toque de queda ante la escalada navideña de muertes y violencia. La situación de violencia en Tumaco es multifactorial y corresponde, al ser Tumaco un cruce de intereses de todo tipo, que van desde los intereses del estado mismo, como sitio geopolíticamente importante, pasando por los intereses del narcotráfico, que son transversales tanto al estado , la política y los individuos que usufructúan dicho narcotráfico, llegando al problema más importante de todos y que derivan de lo anterior, que es la tenencia de la tierra, la aparición de desplazadores y colonos sacando de los territorios a los nativos, causando desplazamientos internos de campesinos agricultores, engordando así, a toda la periferia de Tumaco urbano, de familias sin esperanzas, de jóvenes sin futuro, que van a engrosar todo tipo de grupos delincuenciales, y esto es poco frente al análisis global y mucho más profundo de la realidad en Tumaco Y del pacifico colombiano.

Pero desde luego me surgen estos interrogantes sobre el papel de la Nación y sus compromisos, con la región. El papel del gobierno departamental y municipal y sus compromisos. El papel de las autoridades de Policías, militares y sus obligaciones.

Tumaco es una isla, un territorio rodeado de agua por todas partes, con cuellos de botella, una isla pequeña y que debería ser controlada con solo ejercer autoridad; allanamientos, retenes, desarme, constantes y permanentes y en la búsqueda de sacar los violentos del área urbana de Tumaco, en un esfuerzo conjunto de policía y ejército, partiendo del control del caótico tráfico de Tumaco, que se presta para toda clase de desmanes.

No me gusta ser ave de mal agüero, a veces me da miedo ser tan intuitiva, pero ya lo dije hace rato, el deterioro de la situación violenta de Tumaco  puede servir de pretexto para militarización del mismo y posteriormente nombrarnos alcalde militar, algunos aplaudirán la idea, pero solo podría ser plausible por un tiempo muy corto y con poderes limitados, no per-se, porque sabemos cómo esto degenera en el tiempo, y donde la población civil trabajadora, honorable y honesta no sea atropellada.

Siempre he dicho que el interés superior del Estado está en la posición geopolítica de Tumaco y en la posibilidad de que sea el mismo estado el que en algún momento desplace a los habitantes de Tumaco, desde las islas hasta el continente, principalmente la isla del morro, que ya de sí, es una base militar no declarada.

¿Dónde está el Gobernador? ¿Dónde está el alcalde? Y donde están los ciudadanos? Temerosos y en los medios, protestando como pueden, pero ese “como pueden” no basta. La ciudadanía tiene que entender que la protesta debe ser fuerte, coherente, solidaria, de todos, fuera de los partidos políticos y sobre todo entendiendo que los muertos son todos importantes y dolorosos, no solo para sus familias, que pacificar Tumaco traerá beneficios para todos y que el estado está en la obligación de pacificar el territorio desde lo punitivo, lo social y lo económico, cumpliendo cabalmente sus compromisos.

Escrito por un ciudadano de Tumaco…