Por Duván Muñoz
Narcisismo, egoísmo extremo, indiferencia, falta de empatía, calma inquietante, impulsividad e incapacidad para planificar el futuro, un hilo que me han llevado a determinarle como un sociópata institucional.
Ya expresaba Lykken, estudioso de la detección de mentiras y un genetista del comportamiento, el sociópata es el producto fallido de una educación negligente y sin disciplina. Puntos que se han evidenciado prudentemente en el actual burgomaestre cartagenero.
Evidencia reciente (por no enaltecer las anteriores)
La protesta pacífica, que fue frustrada el 11 de Junio del presente año, que ya se había anunciado y dado a conocer, bajo los protocolos que exige la ley, y mediante un comunicado de prensa, organizada por gremios turísticos en el Centro Histórico.
Con gran impotencia, la policía que juró SERVIR y PROTEGER, destrozó el material visual utilizado en el mismo. Sujetando una mujer que a viva voz solicita un apoyo del Alcalde, que no se les abandone, que no se les mantenga al margen. Palabras que se las llevo la fuerte brisa de Cartagena, y sin ninguna respuesta, y con mucha indiferencia “el representante constitucional de los cartageneros” no ha tomado partida y plasmado la fuerza, solidaridad y unión para superar esta difícil situación.
En resumen, el objeto del presente era simplemente: que se les ESCUCHARA, y reitero, se ha asumido con indiferencia, falta de empatía y narcisismo.
Al parecer, como se ha venido ejecutando desde administraciones anteriores, los problemas de Cartagena y de los Cartageneros, solo la pueden solucionar ciertos grupos o la triada perfecta, ¿saben cuál es? …….. Será objeto de otra columna. Y, en un lugar obviamente conocido.
“O nos morimos de Hambre ó nos mata el Coronavirus”
Así lo manifestó un líder del gremio, con gran indignación y tristeza por no encontrar un beneficio digno y -no morir en el intento de sobrevivir.
Y como lo precisó Ideas de Paz, la Protesta Social es un medio legítimo para la reivindicación de derechos de cualquier índole, que se encuentra constitucional y legalmente protegido. El derecho a la protesta social se ha entendido como el conjunto de derechos fundamentales de: 1) Asociación o reunión pacifica; 2) Libertad de expresión, y 3) Huelga y otras garantías relacionadas, en la ejecución de circunstancias específicas de tiempo, modo y lugar.
Cuando se habla de protesta social, se presenta siempre una dicotomía entre la protección de este derecho y la necesidad de garantizar la seguridad ciudadana y el orden constitucional, que eventualmente podrían verse afectados en su ejercicio.
Otro punto del sociópata, fracaso para adaptarse a las normas sociales en lo que respecta al comportamiento legal, como lo indica el perpetrar repetidamente actos que son motivo de detención.
¿Por qué -CALMA INQUIETANTE-?
Se ha demostrado inmune ante situaciones inquietantes, manteniendo una calma déspota y sin idoneidad. Donde si bien, nuestro corralito de piedra, ha sido objeto transgresiones al erario púbico, no es excusa, para en todo momento reiterar un nexo causal. Lo mejor, a juicio, es construir un nexo causal futuro, la prevalencia de puntos negativos del pasado solo trunca el progreso.
No obstante, les dejo a opinión personal el porqué es Frio, calculador y sistemático.
No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética. Lo que más me preocupa es el silencio de los buenos. (Martin Luther King, Jr.)
Por último, hago un llamado a la ciudadanía a que se levante y nosotros mismos seamos determinadores de nuestro futuro, que no se lo dejemos a la suerte o al azar, o a una persona que destroza principios constitucionales y sociales. Un ser oligarca, una farsa, un deshonesto. Una persona con delirios personalizados de cuál es el bien general sin tener en cuenta la realidad inherente de los cartageneros.
Seré llevado al margen, pero concluyo que es un sociópata institucional. “La desigualdad social es más violenta que cualquier protesta”.