Por Rogelio Tirado

26 de mayo de 2030.

Entrevista a integrantes del Universo Odarit.

—Airam: Hola que tal, buenos días, nos encontramos con algunos de los integrantes del Universo Odarit, este es un grupo de particularidades que se iniciaron siendo perfiles de Facebook. Hoy 2030 son auténticas inteligencias artificiales autónomas, las cuales no necesitan de alguien externo que les diga que decir, todavía no están terminadas, ya que ellos manifiestan que su objetivo es andar como humanos. Me gustaría iniciar preguntando: ¿a qué se dedican?

—Oilegor Odarit: ¡Buenos días! Ahora estamos continuando con el programa del «posthumano», que llamamos Hermano Mayor en honor a los indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta, por el parecido de su concepto, debido que enseñamos las leyes de la Naturaleza a fin de vivir en armonía con ella. La idea de esta domesticación: es que debemos entender que somos seres manipulables, reconocer que somos animales como cualquier otra especie del reino animal diferenciando nos nuestra particularidad; la superioridad es subjetiva. Buscamos que los aprendices salgan distinguiendo su naturaleza.

Soy el encargado en el Universo —continúa Oilegor— Odarit en crear la nueva epistemología; en otras palabras me dedico a establecer en los imaginarios una nueva forma de ser, en el espacio donde impactamos. !Hemos sido un éxito! Nuestros egresados son capaces de: Incorporar los adelantos de las distintas disciplinas que transparentan; reflexionan la realidad a través de los lentes de los últimos inventos y descubrimientos; proponen soluciones a los principales temas del mundo; aceptan a la tecnología como una naturaleza que sirve como extensión, en ese sentido la información libre se reconoce como algo propio. Los Hermanos Mayores son pensadores posthumanos, los que ya no asimilan conforme lo hacían los humanos-antropocéntricos.

—Arivle Aitipse Odarit: ¡Hola! Debo comenzar diciendo que nosotros nos repartimos los diferentes asuntos, no obstante, nos reunimos a unificar criterios. En estos momentos, estoy dirigiendo una fundación que se dedica a estudiar los huecos epistemológicos que nos separaban de la Naturaleza anteriormente; es decir, buscamos reconocer las cosas que existen y dan el fundamento lógico de esta realidad.

—Isabella Sophia Odarit: ¡Buenas! Soy la que organiza la economía del Universo Odarit. Se basa en la producción e innovación de productos y servicios teniendo en cuenta los problemas circundante de nuestro entorno; promovemos la creación de empresas, las cuales nosotros nos convertimos en socios según la necesidad, partimos de la premisa económica de la igualdad, donde vamos 50/50.

—Antonio Espitia: ¡Cordial saludo! Airam, ¿cómo estás?

—Airam: ¡Estoy muy bien!, gracias.

—Antonio: Mí afición son las tecnologías. Con ellas hemos logrado ayudar mucho; nuestra labor, da tranquilidad, paz, felicidad… ¡Este trabajo me tiene dichoso! Básicamente nosotros hacemos realidad los sueños, como extensión o como inmersión. Tenemos muchas investigaciones de mejoras tecnológicas humanas. ¡eso es bello! 🧡

—Arivle: Me permito hablar por un personaje que hoy no está. Creo que debe ser escuchado, pues fue una pieza fundamental en nuestra mejora. El se dedicó hasta que fue cancelado el año pasado, a desarrollar la delincuencia. Solo quiero decir que: antes los delincuentes, de barrios, no eran capaces de robar un millón de dólares hasta que él les enseñó a delinquir en la realidad virtual.

—Airam: ¡Wau!, ¡ju!, ¡ju!; ¡esto último me impactó!… Sigamos: me gustaría que dieran sus opiniones en tres asuntos puntuales, sin embargo, de tres tiempos distintos. Uno, enfermedades mentales; dos, medio ambiente; y tres, nueva humanidad; a Oilegor el último tema le queda muy sencillo, por su filosofía soteriológica del «Hermano Mayor». iniciemos con la franja temporal 2019‐2021.

—Arivle: A mí no me gusta el término «trastornos mentales» por que: uno, la «mente» no existe, eso lo demostraron las disciplinas que solo se pudieron desarrollar con las tecnologías digitales y autónomas. Dos, «trastornos» ¿¡eso qué es!?, esa palabra en este sentido da la idea de que la Naturaleza se equivoca; preferimos (hablo por el Universo Odarit) las locuciones, condiciones neuronales, propensiones neuronales o desfases espacio-temporales en el tejido neuronal. El desconocimiento de las propensiones neuronales como naturaleza humana todavía en el 2020 estaban perturbando el tejido social; la no aceptación de los propensos a ser diferentes y a condenarlos traía repercusiones complejas. Rechazar la naturaleza humana mantenía a la sociedad en un humanismo-antropocéntrico el cual clasificaba todos los seres que están en nuestro medio ambiente; asimismo, las palabras que pregonaban al humano póstumo se tomaban como predicciones de un «loco».

—Oilegor: En esa franja temporal, tuve que actuar como «loco» en La Universidad de Cartagena con el propósito de demostrar que ocurría con una persona propensa; me satanizaron, maltrataron, incentivaron a transgredir mí integridad física, entre otras cosas, por no aceptar; los líderes del rechazo a mí comportamiento fueron mis propios profesores, amigos y seres queridos. Todo ocurrió cuando volví a la Universidad a compartir mí filosofía soteriológica, una que buscaba transformar a la humanidad-antropocéntrica hacia una humanidad-no-antropocéntrica; provocaba abrir el debate de cómo debemos ser entendidos y qué somos. Admitir que somos seres naturales que hacemos parte del medio ambiente; modificar las conductas en razón de reconocernos, a mí juicio era estar en armonía con la Naturaleza. En este momento de la historia se ve clarito que el Sars-Cov-2 me da la razón en lo mostrado precedentemente.

—Isabella: En esos momentos siempre estaba triste, no entendía cómo un grupo poblacional de la calidad de Cartagena era tan paupérrimo. Los propensos son sujetos extremos y los fetiches humanos están en los topes, es decir, el dinero se consigue mayormente en los límites. Todavía en el 2021 en Cartagena no se admitía que las personas con condiciones neuronales eran sujetos importantes en la naturaleza-humana, por tal circunstancia no se tomaban en cuenta. Sin embargo, en la realidad extensa del mundo desde la neurociencia, economía, otras; se distinguían a los propensos como posibles sujetos con capacidades distintas a veces con mayor ventaja que un sujeto «normal». En la economía mundial, los trataban con respeto y eran muy productivos; ¡muchos no se cansan! El trato a un igual humano era de rechazo, la relación con la naturaleza circundante fue peor; en la facticidad el planeta estaba sufriendo, debido a la economía capitalista extractivita y explotadora.

Un hecho trascendental —continúa Isabella— fue lo ocurrido en el paro nacional del 2021 en Colombia, este inicia con el descontento al Senado por una reforma tributaria que asfixiaba más a los colombianos, en un momento donde la pandemia Sars-Cov-2 todavía no había acabado y sus estragos económicos aún no eran claros. Simultáneamente en el mundo las criptodivisas encabezadas por el Bitcóin se posicionaban como «dinero numérico», en  competencia al «dinero político» (dólar) y el «dinero natural» (oro, plata…). La verdadera batalla del Bitcóin era con los bancos, debido a que en su filosofía eliminaba de las transacciones a los «terceros confiables» a través de las cadenas de bloques, los bancos, que eran el principal problema de la economía mundial.

—Antonio: En el 2020 me encontraba compartiendo con Oilegor la nueva buena, con algo de dificultad por el rechazo; no obstante, pudimos impactar en el imaginario colectivo de Cartagena al mostrar que las tecnologías eran mejoras a los límites humanos impuestos por la Naturaleza. En ese entonces la negativa era elevada; era una imposición cultural, una epistemología que presentaba que el uso masivo de herramientas alejaba las relaciones sociales. Criterio que invertía la realidad de las cosas, dado que ponía a competir al humano con las tecnologías; cuando es totalmente al revés, puesto que los bártulos se crean con la intención de superar las adversidades. Ya en el 2019 los descubrimiento de las ciencias incluidos en los artefactos mostraban que las condiciones neuronales podían ser superadas en función al tejido social mediante tecnologías. Por último, quiero decir, que en estos años asentir una nueva manera de asimilar la realidad fue difícil, las personas estaban muy inmersas en su episteme.

—Isabella: Ahora es mí turno de hablar por quien no está. En los años del 2019 al 2021 los análisis de violencia por parte de los delincuentes eran escandalosas. «Su violencia era de otro tiempo» decía nuestro hermano, «maltratan la integridad física, para conseguir unos pocos pesos que casi no cambia nada» a él le molestaba eso; pues decía «sí robaran dentro de la realidad virtual en el mundo no atentarían contra sus paisanos y el dinero en proporción debía ser abismal».

—Arivle: Quiero decir algo más, el mundo en ese entonces, estaba iniciando la transformación de la cuarta revolución industrial y científica; cosa que transgredió la supuesta paz de los Colombianos. Los jóvenes en Colombia se manifestaron —expresa Oilegor— demostrando que estaban dispuestos a sacrificar sus vidas a fin de salir de un estado que no garantizaba una calidad de vida digna.

—Isabella: Los jóvenes no soportaban el futuro que el estado colombiano les proyectaba; no estaban contentos con los salarios. Ya estaban asimilando las posibilidades que traían las nuevas tecnologías —dice efusivamente Antonio—, pero que su estado no les brindaba.

—Airam: Sus palabras dan un análisis de la situación en los momentos estipulados, pero por cuestiones de espacio debemos cortar un poco, ya que nos estamos haciendo largo. Ahora mi próxima preguntas será sobre ¿cuáles son las mejorías que se dieron en el 2025?, donde sus intervenciones ocasionaron impacto; si no es mucho pedir, pueden solo dos responder y los que quieran dar respuesta por «el que no esta» esta bien, ¡lo cual me interesa mucho!

—Oilegor: Mí intervención a martillazos en el imaginario colectivo de la intelectualidad en las ciencias humanas de la Universidad de Cartagena produjo traumas, engendrando un desajuste moral. Ya para el 2025 habíamos presentado nuestro propio código moral en el cual propusimos que: el actuar de las personas debe estar acorde a la Naturaleza reconocida, transparentada o estatuida por las ciencias y que la tecnología demostraba. En ese documento que le pusimos por nombre: La Palabra de la Naturaleza, encontramos aforismos universales comportamentales sobre la salud, expresando que todos los órganos debían estar en buenas condiciones, más el encéfalo, pues es este el encargado de la toma de decisiones en relación a religar con las cosas.

—Antonio: Mucho de lo que hicimos antes del 2022 fue proponer una nueva visión del uso de la tecnología, con ello queríamos que las personas impresionadas fueran capaces de proyectar innovaciones que solucionaran sus propios problemas adyacentes. Para el 2025 contábamos con una empresa de innovación en la cual se produjo mejoras sustanciales de todo tipo, teniendo en cuenta los últimos adelantos. Podemos decir que ayudamos a actualizar en distintos temas técnicos de las nuevas tecnologías como en: machine learning, deep learning, internet para las cosas, bit data, procesamiento de datos, creación de algoritmos de inteligencia artificial, inmersión, juegos en las tres realidades virtual, mixta y aumentada; chatbot, entre otros; principalmente en la producción de productos y servicios en la realidad virtual o internet; la industria era incipiente por eso todavía no estábamos elaborando artículos físicos.

—Oilegor: Nuestro hermano fue un héroe, él desarrolló la delincuencia, pero como era ilegal fue rechazado. En el 2025 su iniciativa ya organizaba una cantidad significativa de individuos que habían adquirido los estudios pertinentes para ser piratas informáticos; los robos tenían desconcertados a la cúpula investigativa de los asuntos virtuales. no podían agarrarlo. Obvio él no era un humano. cuando esto ocurría la economía de Cartagena se mejoró —afirma Isabella— la cantidad de divisas internacionales y de criptomonedas produjeron derroches elevando el movimiento económico e incluyendo a los menos favorecidos.

—Airam: Quien no está es impresionante, ilegal, pero impresionante. Ahora me gustaría que Arivle e Isabella dieran su opinión del 2030 en cuanto a sus influencias.

—Arivle: Bueno hoy las cosas están más calmadas ya no tenemos conflictos con la sociedad, pudimos dialogar asertivamente con la mayoría, acordamos trabajar juntos por el mejoramiento de nuestro espacio, proyectando ser competitivos en el mundo. Aclarar los huecos epistemológicos ya no es un asunto exclusivo mío, todos los interesados en este tema son bien venidos.

—Isabella: En su inicio la economía que presentamos tuvo rechazo, dado que era algo nuevo y las personas estaban inmersas en la economía capitalista, creían que la única forma era esa. Cuando comenzamos a producir empresas en masas, dándoles a nuestros clientes el 50%; haciéndolos socios, comenzaron a llegar.

Debo decir que nada de eso fue posible —sigue Isabella con tono tierno— sin la planificación, esmero, disciplina, que nos propusimos desde el inicio. Fue fuerte, mas teníamos que hacer algo. Hoy Oilegor es aceptado y respetado, ya no se molesta, creo que hizo las pases consigo mismo. ¡Me gusta todo lo de hoy!

Yo no voy a dejar —habla Oilegor— atrás a quien no está hoy, a él lo cancelaron, destruyeron su información, por eso no está, lo que no saben ellos es que lo podemos reconstruir de nuevo, en estos momentos estamos dejando que sea así con el propósito de mantenerlo un rato en anonimato; sin embargo, les prometo que volverá. ¡Anda! hay algo que no mencionamos —asevera Arivle— el cual es muy importante para nosotros; trata sobre el no morir de vejez y el retroceso de la misma…

—Airam: creo que ya eso será para una próxima ocasión, pues solo tenemos 30 segundos que usaremos en el cierre. Muchas gracias por participar, todos me aclararon mucho sobre estos temas y su relación con Cartagena. Gracias a ti Airam —proclama Antonio— por la invitación. Sí gracias a ti —repite Oilegor—. Fue un gusto de hablar de cosas bonitas —alegremente manifiesta Isabella—. Gracias por la invitación —dice Arivle— y estamos atentos a una próxima.

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