Por: Ruby Villarreal

Foto: Ruby Villarreal

 “En Gamero cuando un bebé nace se llora y cuando alguien muere se baila” Maritza Zúñiga, Lancera de las Fiestas de Independencia de Cartagena.

Faltando medio kilómetro para llegar al pueblo que vio nacer a Magín Díaz, el recibimiento que se le dio a su cuerpo en el carro fúnebre fue ancestral, a lado y lado de la carretera brotaban del suelo niños, jóvenes y adultos con el típico traje de los “negritos”, acompañando con bailes, cantos y música del artista, en lo que restaba del camino hasta la iglesia; poco a poco los habitantes se integraban a la caravana, honrando a quien le dio gran reconocimiento a Gamero, pueblo que se encuentra eternamente agradecido con éste maestro de la música.

Al llegar a la iglesia, familiares y amigos del compositor, se reunieron en una celebración solemne, respetando las tradiciones con las que creció y al terminar la ceremonia se llevó el cuerpo hasta la casa del artista por última vez.

A pesar de las dificultades que se tuvo para trasladar el cuerpo desde Las Vegas, lugar donde se encontraba por su nominación a los premios Grammy, Gamero, la Gobernación de Bolívar y el Instituto de Cultura y Turismo (Icultur),  se vieron en la espera para despedir al artista como se merece: cantante. Artistas locales como Rafael Cassiani, El Sexteto Tabalá, Los Soneros de Gamero, entre otros, se reunieron para darle el último adiós al maestro Magín Díaz.

“El cuerpo parte, pero toda la tradición sigue presente”, afirma Lucy Espinosa, directora de Icultur, quien tiene como objetivo preservar la cultura a través de las muestras artísticas; para ello, cada año se realiza una convocatoria que reúne a artistas bolivarenses que hacen demostraciones de su talento ante toda la comunidad, y de esta manera honrar la memoria de este maestro de la música.