El alcalde de Cartagena, Dumek Turbay, expresó su preocupación por las quejas de los ciudadanos respecto a los resaltos instalados en La Boquilla para reducir la velocidad de los vehículos.
En un comunicado a través de su cuenta de X (anteriormente Twitter), Turbay calificó la medida como «antitécnica» y señaló que la implementación de estos reductores ha generado serios inconvenientes tanto para los conductores como para la comunidad.
Según el alcalde, los resaltos, que obligan a los vehículos a reducir la velocidad a cero, han provocado congestión vehicular, riesgos de accidentes y, en algunos casos, denuncias de atracos.
Además, destacó que el diseño de los resaltos, ubicados a corta distancia entre sí, está provocando vibraciones excesivas, lo que, según los conductores, estaría dañando los sistemas de dirección y suspensión de los vehículos.
Turbay aclaró que la instalación de los reductores fue llevada a cabo por la concesión Ruta Costera en diciembre de 2024, con el objetivo de reducir la siniestralidad en la zona, y con la aprobación del Consejo Comunitario de La Boquilla.
Sin embargo, el alcalde señaló que el municipio solicitará al concesionario, a través del Departamento Administrativo de Tránsito y Transportes (DATT), un estudio de siniestralidad y un análisis técnico que justifique la colocación de este tipo de resaltos.
El alcalde también propuso convocar una «mesa de urgencia» con la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y el concesionario de la vía, para coordinar y buscar una solución alternativa que beneficie tanto a los residentes de La Boquilla como a los conductores.
Entre las posibles soluciones, Turbay sugirió la implementación de una cámara de fotodetección para regular el tráfico urbano a una velocidad de 30 kilómetros por hora.