Los jóvenes a lo largo de la historia hemos tenido y actualmente tenemos un papel importante en la política colombiana. Como ejemplo, la Séptima Papeleta en los 90, el cual fue un movimiento estudiantil, mejor conocido como “el movimiento que cambió Colombia”. Incluso en Cartagena, Bogotá y otras ciudades hemos sido los jóvenes quienes encaminamos las elecciones hacia candidatos progresistas, sin embargo no puedo desconocer el hecho de que este apoyo ha sido expresado de una manera ineficaz, si tenemos en cuenta que la verdadera envergadura se encuentra en las urnas. Con esto me refiero y lo expresaré de una forma algo coloquial, a que los jóvenes nos quedamos en redes sociales y la hora de salir a votar no vemos un resultado consecuente con la cantidad de apoyo que vemos de forma mediática.
En este orden de ideas debemos concientizar a los jóvenes en cuestiones de política, para que por medio de una participación activa y consecuentemente eficaz podamos descartar aquellos detalles de la política tradicional que particularmente considero anacrónicos, sin embargo, reconozco que grandes líderes de la política convencional destacaron el valor nacional, y por supuesto, tuvieron una amplia repercusión en el desarrollo social y económico.
Para finalizar mi idea, los dejo con el siguiente mensaje: los jóvenes somos personas que movemos masas al momento en el cual nos proponemos hacerlo, pero tenemos que tener en cuenta que haremos más desde las ramas del poder que dejando nuestra opinión en las redes sociales, por lo cual día a día debemos aportar un granito de arena para que cada vez aumente el número de jóvenes líderes en el país, logrando así una nación con mayores proyecciones.
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