El pasado 7 de julio, el presidente de Haití, Jovenel Moïse, fue asesinado mientras dormía junto a su esposa. Un grupo de exmilitares colombianos fueron capturados por presuntamente cometer el delito, sin embargo, recientemente salió a la luz información que señala que los acusados han sido torturados para que “digan algo que ellos no hicieron”.
El Tiempo publicó datos referentes a algunos de los hallazgos de los agentes federales que llevan la investigación del magnicidio. Según personas enteradas de la investigación del FBI, se confirmaría que Moïse llevaba muerto, luego de ser torturado, al menos 45 minutos cuando arribó el comando de exmilitares colombianos.
Por otro lado, se habla sobre una posible trampa al grupo de mercenarios.
Los capturados, en sus primeras versiones ante la justicia haitiana, afirman haber sido engañados. Relatan que sólo iban a cumplir una orden judicial de “detener” al mandatario y no a matarlo.
Las investigaciones
“Hay una investigación en curso y no ha finalizado, pero sí se está indagando. Como le digo, solo puede hacerse un plan de estos con funcionarios del alto gobierno”, señaló la fuente.
Se especula sobre la posible participación del personal de seguridad del presidente, su médico, un senador, un magistrado que habría emitido una orden de arresto contra el mandatario y hasta se sospecha del primer ministro, Claude Joseph, quien asumió el poder después del crimen.
Sin embargo, el ministro de Elecciones, Mathias Pierre, declaró que “si miras el perfil de estas personas, y conozco a algunas de ellas muy bien, no creo que sean los ‘peces gordos’ responsables o detrás de este asesinato”, a través de una entrevista telefónica con Bloomberg.
Agregó que lo único claro es que estos tienen vínculos con personas más poderosas y que la investigación los llevará a ellos.
Pierre también abre la posibilidad de que algunos de los exmilitares desconocieran su verdadera misión.