Las denuncias empezaron a surgir después de que María Alejandra Silva le negara un pedazo de pizza a un funcionario de seguridad del evento.
Después de la situación denunciada por el joven Pablo Matiz, W Radio recibió varias denuncias sobre María Alejandra Silva sobre presunto maltrato y discriminación a sus empleados, así como falta de pago a proveedores.
El Instituto Nacional Pedagógico pactó con Buró la construcción de un parqueadero como pago por el evento que se llevó a cabo en el predio en el año 2019. Juan Fandiño, emprendedor y participe de varias ediciones de Buró, fue el encargado de construir el parqueadero, pero debido a la pandemia tuvo que detener la obra que estaba en un 95%. Por esta razón, Martha Soto, madre y socia de María Alejandra Silva, le advirtió que se había demorado más de lo previsto en la construcción del parqueadero y, por ende, no le pagaría el saldo pendiente; a pesar de haber firmado una carta donde se comprometía a realizar el pago en cuanto se entregara el parqueadero.
Fandiño afirma que desde el 4 de enero del presente año (fecha en la que se entrega el parqueadero) se le debe la suma de 16.790.000 pesos. Por lo tanto, anunció que interpondrá una demanda para exigir el pago.
Por otro lado, Daniella Moscarella, empresaria, influencer y dueña de una empresa de marketing digital, fue contratada por María Alejandra Silva para manejar las redes sociales de la feria.
Moscarella denunció que, durante la ejecución del contrato, las community managers asignadas fueron maltratadas por María Alejandra en distintas ocasiones. Así mismo, denunció que después de entregar los videos y con parte de ellos publicados en redes, la gerente detiene las publicaciones, negándose a pagarle ya que no estaba satisfecha con el producto final. Después de un año de exigir el pago y con asesoría legal, pudo mediar para recibir solamente parte de lo adeudado.
Nicolas Nohra, expositor del evento, resaltó que dentro del contrato entre Buró y los emprendedores existe una cláusula de exclusividad donde se establece que “Buró no aceptará marcas que estén simultáneamente en otros eventos semejantes o que hayan participado 3 meses antes en otras ferias de diseño”.
Según Nohra, esta cláusula afecta negativamente a los emprendedores al limitar las oportunidades de trabajo ya que genera una dependencia con Buró y lleva a la quiebra a las pequeñas ferias. Nohra comentó que esta es la oportunidad para que todas las denuncias de maltrato a trabajadores y a emprendedores que se han venido presentando durante varios años se den a conocer.
Finalmente, Mariana Baena, extrabajadora de la feria, explicó que tiene una condición en sus ojos que de ninguna manera la limitaba para ejercer su trabajo en el evento. Sin embargo, fue objeto de tratos denigrantes por parte de la gerente, así como de su madre, Martha Soto, y finalmente la despidieron del evento “por no hacer caso” al darle paso a unos visitantes de la tercera edad. Baena confirmó que fue una de las peores experiencias en su vida y que le afectó emocional y psicológicamente.
La W contactó a María Alejandra Silva preguntándole si estaba disponible para manifestarse sobre las denuncias e incluso si quería asignar un vocero, pero no se obtuvo respuesta.