Por José Laguado y María Andrea Romero, inventores de Smartfutures
Durante las últimas dos décadas hemos sido testigos de los esfuerzos de múltiples sectores por generar la transformación social y económica de Cartagena. Dichos esfuerzos van desde planes de desarrollo, programas institucionales, presupuestos, iniciativas claves, macroproyectos, reestructuración, cambio cultural, supuestos líderes salvadores y un larguísimo etcétera. Todos encaminados a realizar transformaciones fundamentales para que los habitantes y visitantes de la ciudad tengan mayor calidad de vida, experiencias de clase mundial y bienestar familiar. Ahora, si bien muchos de ellos han tenido éxito, otros fueron (y siguen siendo) un absoluto fracaso. Nosotros tenemos un inventario, ¿cuáles tienes tú?
Por eso, queremos enfocar el mensaje de hoy en el sentido de urgencia que debemos tener los ciudadanos para liderar nuestra propia transformación ya que evidenciamos una creciente tendencia en demasiados planes, muchos programas y un escaso nivel de visión de territorio, ¿no lo creen ustedes? En ese sentido, visión no sólo es diligenciar un espacio definido en un documento con bonitas palabras sobre las cuales un reducido número de personas termina leyéndolas, y peor aún, apropiándolas. Visión es un futuro imaginado y elegido, una vívida imagen de qué queremos como ciudad, cómo nos vemos en el 2030 o 2050, inclusive, un ideal unido a poderosas fuerzas motivadoras que dan claridad a “para qué” hacemos lo que hacemos; en síntesis, un escenario donde somos partícipes activos, un poderoso contexto que nos contiene y nos facilita crear nuevas conversaciones de valor para tomar decisiones individuales o colectivas.
La segunda idea es la de verdaderamente comprender la famosa montaña rusa de la reinvención. Si, esa palabra de moda que se volvió cliché. Reinventarse consiste, en sus elementos fundamentales, en crear aquello que hoy NO es, lo que es inexistente en el presente. Eso es distinto a hacer más de lo mismo solo que ahora lo hacemos un poco diferente, con personas diferentes o procesos renovados. De esta manera, en #LaCartagenaDelFuturo, más que cambiar lo que existe, hay que inventarnos aquello que no existe trayendo ese futuro imaginado al presente. Eso es crear contexto, un marco de referencia que permite a los ciudadanos volver a creer que SÍ es posible un futuro sólido donde hay evidentes beneficios en la calidad de vida y el bienestar. Eso es influir en la manera de pensar, sentir, decir y hacer de los cartageneros; eso es hackear el sistema de percepciones humanas; eso es amplificar el campo de las posibilidades para la transformación social.
Y, la tercera idea, es la de salirnos de la trampa de las acciones y hablar de aquello que algunos no quieren hablar. Creemos, ingenuamente, que una buena gestión implica estar haciendo muchas cosas, sean estas obras, reuniones, ejecución de proyectos, o cualquier cosa que permita evidenciar el quehacer cotidiano en movimiento. En términos sencillos, vemos una buena gestión como estar muy ocupados, aunque seamos poco productivos. En estar haciendo mucho en la protección costera, o en el plan de drenajes, o visitando muchos clientes o saliendo a “trabajar” todos los días así ello implique reinvertir, en algún momento, tiempo, esfuerzo y dinero debido a la falta de visión y del contexto adecuado para tomar productivas decisiones que nos encaminen hacia la sostenibilidad. También, esa amenaza que todos percibimos y de la que nadie hablar es más nociva que aquellas que se han manifestado abiertamente: seguimos centrados en aprovechar las oportunidades históricas porque eso es lo que siempre hemos trabajado, lo que hemos visionado para un mundo que tal vez ya no existe. Y pocos están dispuestos a dejar a un lado esa historicidad siguiendo de manera sistemática rutinas defensivas, en la flojera del empresario, la sobrevivencia enmascarada en la informalidad, en el facilismo de “que lo haga otro, ¿por qué yo?” y en disfuncionalidad social donde el individualismo predomina.
Finalmente, queremos ser propositivos en crear una visión unificadora donde la mayoría tenga representación ya que difícilmente tendremos contentos al 100% de los seres humanos; en crear una coalición integradora de visiones de ciudad y hacer apuestas concertadas desde los ciudadanos, no desde las instituciones; ser intensamente comunicativos en esas ideas para que la mayor cantidad posible de personas se adhieran a un movimiento transformador y generar victorias en el corto plazo que materialicen el futuro elegido. Eso es liderar la transformación del territorio para hacer de #LaCartagenaDelFuturo una realidad para todos. Ello, depende de ti y de mí más que de otros.
Para saber más, visítanos en www.smartfutures.com.co