Por Yolanda Wong Baldiris

 

En ocasiones el hábito no hace al monje; y en otras el exceso de prudencia nos vuelve cómplices. En este caso la complicidad sería la de la cantidad de vidas expuestas ante la critica situación que atravesamos en la ciudad que, aún sigo creyendo, es: ¡fantástica!
Pero esa ciudad en la que todos se querían casar, pasear e incluso vivir por siempre, hoy se encuentra cercada por un fantasma que acechó al mundo entero y ha demostrado la vulnerabilidad a todo nivel y estrato porque amenaza el bien más preciado: la vida humana.

A esa ciudad le debo todo lo que soy y lo que soñé y hoy es mi responsabilidad expresar lo que pienso desde de mi ángulo de ciudadana del común y de enterada del derecho público. Es por eso que he decidido escribir sobre las Cartagenas y la realidad que vivimos.

La división que haré, vale la salvedad para no herir susceptibilidades, sólo obedece al orden y al mapa geopolítico de la ciudad, más no a las consideraciones o calidades de ciudadanos porque finalmente todos somos Cartagena.

Ante las cifras alarmantes y desalentadoras de las dos ultimas semanas y crecimiento, sin precedentes, de la creciente curva epidemiológica del Covid-19, esta ciudadana propone lo siguiente:
Generar unas Zonas de Operaciones Ciudadanas (ZOCI), donde se clausure o reduzca la movilidad en centros de negocios y abastecimientos, y se brinde apoyo de la administración a la salud comunitaria (Incluyendo PMU descentralizados) en unas zonas demarcadas en los perímetros así:

A) Bomba Del Amparo/ Transversal 54/ Bosque Sector El Zapatero/ Sector Sociedad Portuaria.
B) Manga/Centro Historico/Bocagrande/ Castillo Grande.
C) Pie de la Popa/ Lo Amador/ Torices/Marbella/Crespo.
D) Canapote/Daniel Lemaitre/ San Francisco/ La Perimetral.
E) Desde la Y  DE Olaya  Hasta EL Pozon.
F) Desde El SAO Hasta Sector El Rodeo.

Esta establecido que estos sectores son los barrios que demarcan para alcaldes locales la zonas de influencia de la ZOCI.
Una vez generadas esas zonas, se deben establecer unos equipos de operaciones, liderados por la Oficina de Gestión de Riesgo del Distrito, que se concentrarían a desarrollar una estrategia en:

  1. Ayuda Humanitaria.
  2. Pruebas rápidas casa a casa (Establecer alrededor de 50 mil pruebas para esta operación), las cuales se harán inicialmente por prioridad en los centros de vivienda de mayor densidad poblacional, grupos significativos de ciudadanos que puedan mover la economía local y los del sector turismo.
  3. Comité de análisis epidemiológico que se desarrollaría con orientación de las Universidades que tengan esta disciplina (UdeC, Unisinú y Uninuñez).
  4.  Colocar Puestos de Control fijos en puntos como Bomba del Amparo; Terminal de Transportes; sector El Zapatero, India Catalina, Villa Olímpica, entrada a Bocagrande, CAI de Crespo, CAI de La Perimetral y Estación de Policía de Olaya Herrera. Estos puestos deben funcionar en conjunto con el DATT, Fiscalía, Armada Nacional y Policía (Deben tener conexión directa con los PMU de la zona)

 

Para el desarrollo de estas Cartagenas se requiere de la articulación con todos los sectores públicos y del liderazgo de los lideres comunales, madres comunitarias, ediles, alcaldes locales y gestores sociales que finalmente deben desarrollar una pedagogía ciudadana junto a la Escuela de Gobierno que por su naturaleza debe ser el centro de pensamiento del Gobierno Distrital.

Vendrá un interrogante y es: ¿Existen recursos para esta estrategia? La respuesta es SÍ, puesto que la lógica común exige que en este año fiscal todos los esfuerzos sean dirigidos a los sectores Social (con ayudas humanitarias), Salud y Seguridad Ciudadana.

Surge otro y es: ¿De dónde sacarían los recursos? De todos los rubros que no obedezcan al funcionamiento modesto que debe observar la administración. Eso significa que los recursos asignados en el presupuesto a infraestructura, capacitaciones, socializaciones, papelería, útiles de oficina y demás, que sean para proyectos de inversión deben asignarse a superar la crisis.
La evaluación de esta estrategia inicialmente debe ser diaria, dada la crisis, pues su evaluación nos exige revisar estadísticas de contagio VS recorridos del equipo de operaciones.

Finalmente, les confieso que este es un pensamiento en voz alta que hago desde el criterio del ciudadano libre y espontaneo fuera de apremios, como dijera mi profesor preferido de penal, Enrique Del Rio González. Igualmente, ya lo había manifestado públicamente hace cerca de 45 días en mis redes sociales. Aseguro que seguimos siendo heroicos, fantásticos y resilientes, pero necesitamos actuar ya.

 

 

 

 

 

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