Por Juan Carlos Travecedo
“Profundamente conmovido, porque nuestra música vallenata vive momentos tristes por la partida de Jorge Oñate, uno de sus íconos, un hombre grande que hizo aportes determinantes a este folclor. Además de su valía como cantante extraordinario, era una gran persona, un hombre solidario, en sus controversias irradiaba afecto verdadero por sus amigos, por sus contradictores, era un hombre distinto”, de esta manera el cantautor y abogado Rafael Enrique Manjarrez Mendoza, hizo alusión a la muerte del cantante Jorge Antonio Oñate González, deceso que tuvo lugar cuando apenas despunta el día del 28 de febrero de 2021.
‘Rafa’, como se le conoce, agregó que Dios premió a Jorge con una voz prodigiosa, “él sabía eso y sentía que tenía un compromiso con un público que lo seguía, que lo adoraba. La permanencia de nuestra música vallenata en el tiempo se debe en gran parte al aporte encomiable y a las condiciones extraordinarias de este Grande. Fue una voz privilegiada. Cuando se va un cantante de esa talla nos duele mucho, nos embarga la tristeza, va a ser difícil que alguien lo remplace, en medio de su fama conservó su espíritu coloquial, provinciano”.
“Aprovecho para enviarle mis condolencias, mis sentimientos de solidaridad para Nancy Zuleta, su ‘Patrona’, para sus demás familiares, amistades, seguidores de este artista auténtico, un tipo comprometido a ultranza con el vallenato, era un defensor radical de lo que hacía, la cadencia, lo patrones de su propuesta musical se observan en todos sus trabajos”.
Rafa Manjarrez recordó que en los 53 años de vida artística tuvo el honor de que ‘El Jilguero de América’ le grabara las siguientes siete canciones: con el acordeonero Juancho Rois: ‘Dilema de mi vida’ (1981), ‘Amor de mi tierra’(1983), ‘Amiga de mis penas’ (1984); con Álvaro López: ‘Como agua en las manos’(1992) y ‘Aquí estoy yo’ (2016); con ‘Cocha’ Molina: ‘Pena propia’ (1998); con Julián Rojas: ‘La chica desconcertante’ (2002)
