Por Julio Bermúdez
La gobernanza es una herramienta por la cual el Estado cumple con eficacia y eficiencia sus funciones. A través de esta, los diferentes niveles de gobierno (local, regional y nacional) generan redes y acciones públicas. Esta definición se vale de las reglas de juego formales e informales dentro de la política. Además, pueden entrar otros actores (sector privado, academia, sociedad civil, comunidad internacional) para generar una sinergia entre fuerzas y así provocar escenarios deseados. Por ende, es vital una buena gobernanza.
Mientras que Israel ya tiene el 25% de su población vacunada en Colombia todavía no llega la vacuna. La demora pasará, seguramente, por disposiciones logísticas y de capacidad de negociación del Gobierno Nacional. Es un reto muy grande el hecho de poder vacunar a más de 40 millones de personas, en algunos casos no con una dosis sino con dos, dependiendo de la vacuna. La optimización de procesos en tecnología e información al servicio de la salud tienen los más grandes desafíos.
Lo anterior no es misterio para nadie, la mayoría añora volver a la normalidad; solo los que han obtenido réditos y beneficios son los que más cómodos se sienten. Sin embargo, otro de los retos para la aplicación de la vacuna es la gobernanza. Utilizando el ejemplo de Israel nuevamente, la capacidad y sinergia entre los diferentes niveles de Gobierno han sido clave para sus tan buenos desempeños. Nuestro contexto colombiano discrepa mucho al del país del Medio Oriente.
Existen otros ejemplos, como, Reino Unido o Bahréin de buena que, con buena gobernanza y acompañado de un sistema de salud robusto, producen con exitoso el proceso de inmunización. A pesar de lo anterior, en Colombia tenemos un ecosistema político muy diferente, donde la cooperación y confianza son muy escasos, lo que da como resultado un escenario tan difícil como el actual.
En medio de una pandemia, muchos grupos políticos buscan llevar a cabo revocatorias en las grandes ciudades del país, Cartagena, Bogotá o Medellín, por ejemplo. La pelea de egos entre dirigentes locales y Gobierno Nacional genera mucha desconfianza, incertidumbre e ineficacia política. La falta de centralización de información, gobernabilidad entre gobiernos locales y nacional producen la ausencia de gobernanza necesaria para hacer frente y realizar una de las tareas del Estado, como lo es de generar capital humano a través de la salud.
Necesitamos ponernos de acuerdo. La vacunación va a ser una manera de medir un Estado eficaz a nivel global. Hoy más que nunca es necesario cooperar y generar un sistema donde la centralización y la autonomía resulten en una sinergia la cual genere todo el andamiaje de logística, información y tecnología eficaz.
Creo que es muy importante que el Gobierno busque el apoyo del sector privado y la academia, a la final deberíamos todos enfocarnos en superar este momento histórico. Por último, por la pandemia me he dado cuenta lo importante que debe ser la tecnología e innovación para un gobierno. Debería ser una de las prioridades, de ahora en adelante, promover ciencia desde el Estado, y así, si llegara otra indeseada pandemia poder crear nuestra propia vacuna, por lo menos.