“La esperanza es el sueño del hombre despierto”, Aristóteles.
Por Álvaro Morales de León
Parece que poca ha sido la suerte de Cartagena con Afinia, el operador filial del Grupo EPM encargado desde aquel esperanzador jueves 1 de octubre de 2020 de la prestación de un mejor servicio de energía eléctrica no sólo a nuestra ciudad y departamento sino, además, a los departamentos de Cesar, Córdoba, Sucre y a 11 municipios del Magdalena, dándole cobertura y bienestar a un aproximado de 6 millones de personas.
Es necesario recordar que muy dura y arriesgada fue la batalla librada por líderes decididos y abnegados para que en representación del pueblo el gobierno nacional se les escuchara y se atendiera el clamor generalizado que conllevara que a Electricaribe se le despojara de la operación por el pésimo servicio de distribución de energía eléctrica que venía suministrando en toda la Región Caribe desde el año 1998 cuando fue constituida en virtud del modelo neoliberal para remplazar a las Estatales Electrificadoras Departamentales.
De Electricaribe, primariamente Elctrocosta, filial de la española Unión Fenosa, también recordamos que su origen se remonta al año 1992, en el gobierno del presidente Cesar Gaviria, cuando con el argumento y el enmascarado pretexto del pésimo servicio que se venía prestando se pasara a que de manera competitiva lo hicieran los particulares, vuelco que se materializó con la expedición de las Leyes 142 y 143 de 1994 y con la asfixia financiera del gobierno nacional a las Electrificadoras y con ella se provocara que la Superservicios tomara posesión de sus bienes y haberes.
La llegada, hace ya casi un año, de Afinia, se dio, a pesar del peor momento de la pandemia, en medio de una muy merecida y pomposa ceremonia en el Centro de Convenciones “Cartagena de Indias” con la presencia del presidente Duque, gobernadores, alcaldes y altas dignidades de la EPM y su filial Afinia, y no era para menos; había “cesado la horrible noche” de Electricaribe, y la esperanza de un mejor servicio, renacía.
Pero si Electricaribe fracasó por su pésimo servicio derivado, según dicen algunos, de la politiquería y la corrupción que la atrapó desde sus inicios, y salió del mercado después de “haberse tragado” cualquier cantidad de subsidios y ayudas del gobierno nacional, Afinia asumió el 1 de octubre de 2020 la prestación del servicio anunciando billonarias inversiones durante sus primeros años de operación destinadas a la reparación de la infraestructura eléctrica, y eso nos parece bien.
Todavía mantenemos la esperanza que con Afinia el servicio de energía eléctrica mejore y llegue a su optimización lo más pronto posible, pero, pasado casi un año, la seguidilla de interrupciones del servicio por fallas o por mantenimiento programado, como dice la Empresa, no colma todavía las expectativas de bienestar y de un mejor servicio con este nuevo operador.
Al suscriptor, cliente, ciudadano o usuario no le interesa ni le sirven las excusas ni las muy repetidas interrupciones del servicio sea por un motivo u otro; al usuario lo que le sirve es recibir un constante y fluido servicio de energía eléctrica sin cortes que afecten su tranquilidad, su bienestar, su negocio, o su actividad, como aún lo seguimos sufriendo con el nuevo operador por fallas en la prestación del servicio, o por mantenimientos programados amparados en una supuesta legalidad para no contravenir las normas establecidas en la Ley 142 de 1994.
Finalmente, esperamos que pronto llegue a Cartagena el día de su suerte, o el día en que las interrupciones en la energía sean cosas del pasado; pero el nombramiento como nuevo gerente de la empresa a quien fuera el agente interventor de Electricaribe, el doctor Javier Lastra, no generan mucha confianza ni esperanzas en un mejor servicio.