Por Raúl Alfonso Aponte Segrera

En los últimos días en Colombia ha estado rondado el rumor de que unas tropas gringas llegarán a nuestro país para apoyar la lucha contra el Narcotráfico. Dichas tropas pertenecen a la SFAB (Security Force Assistance Brigade), una brigada élite del país norteamericano y quienes, según el gobierno nacional, nos enseñarán cómo combatir y reducir de manera eficaz el cultivo de coca en nuestro territorio.

No obstante, ni el presidente de Colombia ni Iván Duque se han querido pronunciar frente a este tema, pues saben claramente que están violando la constitución política en su artículo 173 numeral 4, donde se establece tácitamente que: ‘es el Senado de la República quien debe autorizar el tránsito de tropas extranjeras en el territorio de la nación’, hecho que no ha sido aprobado por el Senado, ya que- como siempre- no están trabajando.

Ahora bien, me pregunto si, después de más de 50 años en combate contra las guerrillas, narcotraficantes y bandas criminales, nos tengan que venir a enseñar cómo combatir y ser eficaces en nuestro territorio. Tal vez, lo que el presidente y el señor Iván Duque no han entendido es que el “echar bala” no es la solución a este problema.

La embajada de Estados Unidos en Colombia nos explica que «la misión SFAB en Colombia es una oportunidad para mostrar un compromiso mutuo contra el narcotráfico y el apoyo a la paz regional, el respeto de la soberanía y a la promesa duradera de defender los ideales y valores compartidos». Así que entremos a detallar cada uno de los pilares de una misión que, a manera personal considero, demuestran el doble discurso típico de EE. UU en la región:

  • Compromiso mutuo contra el narcotráfico y a la paz regional: Es evidente que la supuesta misión, es la manera más fácil de acercarse a la frontera con Venezuela ejecutando acciones ilegítimas e ilegales a través del territorio colombiano.
  • Respeto de la soberanía: creo que es el claro ejemplo que Estados Unidos no ha dejado de entrometerse en su patio trasero de juegos (Suramérica) y por ende sigue violando el principio de soberanía del Derecho Internacional Público al querer llevar acciones militares en otros países tales como el nuestro.
  • Defender los ideales y valores compartidos: ¿cuáles ideales y valores compartidos? ¿Los de violar los derechos humanos, los de ser racistas o los de tener como presidentes a los menos indicados? A lo cual, espero la respuesta, sea la de los presidentes.

En fin, ahora seremos un país inmerso en la violencia, pobreza, problemas económicos y sociales como ningún otro y además el patio de juegos de Estados Unidos y su pívot geoestratégico para cumplir su cometido en la región. ¡Ajúuaaa!

No nos dejemos meter otro gol, como el que le cantó William Vinasco al COVID-19, pidamos explicaciones al presidente de la República que, ¡atención, nos quiere meter otro Iván Duque!

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