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Tener un lugar donde desenvolverse libremente sin la continua preocupación de pagar un arriendo o limitarse a convivir bajo un techo ajeno hacen que tener una casa propia sea el sueño de muchos colombianos. Las casas prefabricadas ofrecen una solución efectiva en costo y tiempo que permiten proveer de un ambiente ideal para toda la familia, ante el alto costo que representa una vivienda tradicional.

Tener casa propia sí es posible

Según un estudio del portal vivienda.co los precios por metro cuadrado en ciudades del país como Bogotá, Cartagena y Cali pueden oscilar entre los $6 millones y $17 millones de pesos en las zonas más privilegiadas. Estos valores están condicionados por factores como la ubicación del inmueble, sus características, y la oferta y la demanda de la zona. Llama la atención como en Cartagena este precio se estima en $3,5 millones al igual que las zonas aledañas a estos centros. Sin embargo, los prolongados tiempos de ejecución que pueden extenderse desde 6 meses a un año, y los continuos incrementos en el presupuesto inicial que esto conlleva, hacen de la construcción tradicional un desafío para cualquiera.

En ese sentido las construcciones prefabricadas surgen como una alternativa viable para aquellos que deseen una vivienda con óptimos acabados y resultados puntuales a un costo accesible, pues se ha estimado que sus precios pueden partir desde $2,5 millones e incluso menos si están bajo la modalidad de Vivienda de Interés social (VIS) partiendo desde los 800 000 pesos.

Una solución efectiva para todos

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Como su nombre bien indica los componentes de las casas prefabricadas como paredes, vigas, y techos son construidos previamente en la fábrica de la constructora según los requerimientos del plano escogido por el cliente, así como las opciones del acabado. Estos, luego son transportados al sitio destinado, requiriendo solo ser ensamblados, bien sea por el personal e incluso por uno mismo. Para este tipo de edificaciones se utilizan materiales livianos, resistentes, y eco-amigables, utilizando materiales de vanguardia resinas epóxicas a modo de pegamento resistente simplificando el proceso de ensamblaje e incluso desarme si se desea realizar alguna ampliación o traslado. Este tipo de construcción modular tiene mayores ventajas en el costo y los tiempos de entrega, siendo lo suficientemente flexible para permitir la auto construcción incluso por personas poco especializadas, sin comprometer su estabilidad ni la seguridad de sus habitantes, contando con la asesoría del fabricante.

Esto se hace especialmente útil en aquellas zonas que, debido a la precariedad de las viviendas, sucumben antes las fuerzas de la naturaleza como ocurrió en las zonas de Providencia y Santa Catalina tras el paso del huracán IOTA. Este desastre natural obliga a la construcción de aproximadamente 1134 viviendas nuevas por lo que se hace muy conveniente el uso de casas prefabricadas para proveer de una residencia segura, adaptada a las condiciones del entorno. Si bien el precio inicial podría ser más elevado, el costo a largo plazo sería mucho más bajo tanto en vidas humanas como en el proceso de reedificación de toda una comunidad. Aún en el caso de repetirse estas incidencias, la recuperación de las viviendas afectadas solo requerirá de reparaciones de grado bajo y medio, fáciles de realizar devolviendo así la tranquilidad y normalidad en las vidas sus habitantes.

Ante el desafío habitacional las viviendas prefabricadas suponen un gran avance que permiten a sus habitantes poder vivir dignamente bajo un techo propio con la garantía de que su bienestar y el de los suyos, podrá soportar incluso la mayor de las tormentas.